La salud de Francisco

«No estamos en absoluto en periodo precónclave ni mucho menos»

Los obispos españoles descartan una dimisión inmediata del Papa por su enfermedad

MADRID, 27/02/2025.- El secretario general de la Conferencia Episcopal, Francisco César García Magán (i) y el director de Información, José Gabriel Vera durante la rueda de prensa posterior a la reunión de la Comisión Permanente de la Conferencia Episcopal Española que se ha celebrado los días 25 y 26 de febrero, este jueves.EFE/ Daniel Gonzalez
Comisión Permanente de la Conferencia Episcopal EspañolaDaniel GonzalezAgencia EFE

Con la lenta pero paulatina mejoría de la salud del Papa Francisco, que le llevará a permanecer durante algunos días más en el Policlínico Gemelli de Roma, en algunos foros mediáticos surgen los fantasmas de una dimisión al estilo de Benedicto XVI. Un escenario que a priori no contemplan los obispos españoles, a tenor de la rotundidad con la que de forma reiterada se expresó hoy el secretario general de la Conferencia Episcopal, César García Magán.

«No estamos en absoluto en periodo precónclave ni mucho menos», sentenció el portavoz de los obispos, que confía en una recuperación satisfactoria del Pontífice argentino de 88 años, que lucha contra una bronquitis asmática y una neumonía bilateral.

Si bien recordó que la legislación eclesial recoge la posibilidad de renunciar, una opción «libre y voluntaria» que se materializó con el Papa Ratzinger en febrero de 2013, el también obispo auxiliar de Toledo no dejó entrever ayer que se encuentre entre los planes de Jorge Mario Bergoglio. «Lo que tiene ahora son enfermedades propias de la edad, y lo que ha dicho la Iglesia: ‘‘No se gobierna con la silla de ruedas sino con la cabeza’’», señaló despejando la duda sobre un cese inmediato.

De la misma manera, descartó que pudiera hacer efectiva la carta de renuncia que el propio Francisco redactó y entregó a los pocos meses de iniciar su pontificado al entonces secretario de Estado, Tarcisio Bertone, para activarla en caso de que viera mermadas sus capacidades. García Magán apuntó que este extremo podría estar más vinculado a una «limitación mental» que a una discapacidad física.

En cualquier caso, evidenció los «buenos indicadores» que se están ofreciendo en estos últimos días, más allá de los partes médicos y los análisis de laboratorio. Es más, se remitió a la reunión de trabajo que este martes mantuvo el Papa con los dos principales responsables de la gestión de la Santa Sede: el secretario de Estado, Pietro Parolin, y el sustituto de Secretaría de Estado, Edgar Peña Parra.

Aun así, desde la sede de la Conferencia Episcopal, el portavoz de los obispos hizo un llamamiento a los creyentes a intensificar sus oraciones por el Santo Padre: «Lo que tenemos que hacer todos, y hago un llamado al Pueblo de Dios, es rezar por la salud del Papa, como hacemos con nuestras familias y tenemos a nuestros padres y otra persona enferma, nos unimos desde nuestra plegaria a su cama en el hospital».

Desde el punto de vista más personal, el secretario general admitió ayer que «como obispo y como fiel cristiano, lo he vivido con preocupación traducida en oración y en eucaristías, pero también con esperanza». De hecho, desveló que «aunque los partes médicos parecía que podían hablar de un agravamiento de la salud del Papa, tampoco me parecía que fueran de una gravedad tan especial». Incluso comparó el escenario actual con el vivido con Juan Pablo II durante su agonía: «Entonces se veía una situación de gravedad inminente que no percibo ahora».

Nuevos avances

Más allá de la salud del Papa, García Magán también fue preguntado por los avances del plan de reparación integral para las víctimas de abusos y las quejas que habrían manifestado algunas de ellas por la falta de celeridad en la respuesta de la comisión evaluadora o el cierre de sus casos sin haber mediado un encuentro personal. «No tengo constancia», dijo sobre estas críticas, a la vez que defendió el trabajo del equipo de expertos que trabajan en este área: «Tiene autonomía de ejercicio, está funcionando, hay casos presentados y están instruyendo expedientes».

Otra de las protestas de las víctimas estaría centrada en que las cifras de las indemnizaciones que se están ofrecieron podrían ser bajas. El portavoz episcopal despejó la cuestión comentando que «ha sido la comisión la que ha establecido unos baremos que tenían como referencia los casos de indemnización producidos por sentencia judicial por parte de jueces civiles y teniendo en cuenta el derecho comparado en nuestro contexto europeo». «No sé más porque lo han establecido en la comisión de manera independiente», remarcó.

Al margen de las cuestiones de actualidad, en los que a la realidad eclesial se refiere, el secretario general de los obispos expuso que la reunión de la Comisión Permanente ha permitido esbozar las líneas pastorales que pondrán en marcha a partir de 2026, así como las medidas con que se van a acoger las conclusiones del Sínodo de la Sinodalidad que se celebró en octubre en Roma. También tienen sobre la mesa una declaración para conmemorar los 1.700 años del concilio ecuménico de Nicea, así como un documento documento sobre la santidad hoy.