Limpieza

Estos son los ocho errores de limpieza que hacen que tu casa esté más sucia, según los expertos

Limpiar no siempre significa limpiar bien. Varios expertos nos desvelan los errores más comunes que pueden estar saboteando tus resultados sin que te des cuenta

Estos son los ocho errores de limpieza que hacen que tu casa esté más sucia, según los expertos
Estos son los ocho errores de limpieza que hacen que tu casa esté más sucia, según los expertosLa Razón

A todos nos ha pasado alguna vez que terminamos de limpiar y, unas horas después, ya ves polvo otra vez. O que limpias un espejo con todo el entusiasmo y al secarse aparece lleno de vetas. Muchas veces creemos que estamos limpiando bien, pero en realidad estamos cometiendo errores que hacen que el esfuerzo no valga tanto la pena.

Desde usar demasiado producto hasta elegir el trapo equivocado, hay detalles que marcan la gran diferencia en los resultados. Varios expertos en limpieza nos dan los ocho errores más comunes que se hacen en los hogares y cómo evitarlos para que tu casa quede realmente limpia y se mantenga así por más tiempo.

Usar demasiado producto de limpieza

Unos de los errores más comunes en las casas es utilizar una cantidad excesiva de producto de limpieza. Según los expertos, esto no solo es innecesario, sino que puede dejar residuos pegajosos que atraen más suciedad con el tiempo.

"Mi consejo es siempre leer la etiqueta" indica Rosa Picosa, experta en limpieza. "Los productos concentrados requieren muy poca cantidad para ser efectivos. Si ves mucha espuma o sientes una película en la superficie, estás usando de más".

En limpieza, menos es más. Usar solo la cantidad necesaria no solo es más efectivo sino que también ayuda a ahorrar dinero a largo plazo.

Usar herramientas de limpieza inadecuadas

Elegir la herramienta incorrecta puede generar daños en las superficies y dejar residuos no deseados. Un error frecuente es limpiar espejos y ventanas con trozos de papel.

"Los trozo de papel dejan pelusas y pueden rayar el vidrio, haciendo que luzca opaco o veteado", advierte Brandon Pleshek. "Siempre es mejor usar un paño de microfibra limpio y seco".

Para mejores resultados recomiendan al limpiar espejos y ventanas, rociar el limpiador de arriba hacia abajo y termina puliendo con una toalla de microfibra seca.

Omitir la limpieza en seco antes de limpiar en húmedo

Antes de aplicar cualquier limpiador líquido, es fundamental retirar el polvo, los restos de comida o pelos con una limpieza en seco previa.

"Si aplicas un producto húmedo sobre migas o polvo, solo estás creando barro", explica Picosa. Lo mismo ocurre con pisos sin barrer, inodoros con polvo o superficies llenas de tierra.

Para evitar esto, comienza siempre con una pasada rápida con escoba, aspiradora o paño seco. Esto hará que la limpieza húmeda sea más efectiva y evitar expandir la suciedad.

Fregar los suelos mal

Una fregona sucia o mal enjuagada puede convertirse en una herramienta contraproducente.

"Una fregona sin enjuagar solo esparce la suciedad y puede dejar charcos que dañen el suelo", señala Pleshek. Además, los residuos de limpiador pueden dejar marcas pegajosas o manchas.

Para evitar esto, recomiendan usar un limpiador de pH neutro diluido correctamente y un trapeador de microfibra limpio. Enjuaga con frecuencia y seca el suelo con una toalla o paño seco para prevenir daños por humedad.

Mezclar productos de limpieza sin precaución

Combinar diferentes productos no solo es ineficaz, sino que puede ser peligroso para la salud.

"Mezclar productos con legía y amoníaco puede generar vapores tóxicos" advierte Becky Rapinchuk, especialista en limpieza. "Utiliza solo un producto por tarea o un limpiador multiusos adecuado para diferentes superficies".

Si decides mezclar, asegúrate de investigar antes para evitar combinaciones peligrosas.

Usar limpiadores y estropajos abrasivos

No todos los productos sirven para todas las superficies. Usar limpiadores agresivos o estropajos duros puede causar daños permanentes.

"Podrías estar deteriorándolas superficies sin darte cuenta", comenta Picosa. Por eso, tanto ella como Pleshek recomiendan leer siempre las etiquetas para asegurarse de que el producto sea apto para el material a tratar.

Además, dejar actuar el producto durante unos minutos antes de frotar puede mejorar los resultado sin necesidad de tallar con fuerza.

Usar un solo paño para toda la casa

Reutilizar el mismo paño en diferentes zonas del hogar, especialmente entre la cocina y el baño, puede propagar bacterias.

"Codifica por colores tus paños de limpieza", sugieren Rapinchuk. "Usa un color distinto para cada área de la casa".

No olvides lavar los paños frecuentemente, lo ideal sería después de cada uso, o al menos cuando veas suciedad.

Ignorar el mantenimiento regular y las manchas difíciles

La clave para que la limpieza sea más fácil es hacerla con regularidad.

"Dejar de pasar mucho tiempo entre limpiezas facilita la acumulación de suciedad y el crecimiento de bacterias", indica Pleshek. Él recomienda limpiezas rápidas diarias en superficies de alto contacto como encimeras o la tapa del inodoro, con paños de microfibra húmedo o toallitas desinfectantes.

También es importante no descuidar rincones difíciles, como la base de los grifos, detrás del inodoro, o los rieles de la duchar. Usa cepillos pequeños con limpiador multiusos para mantener estas zonas limpias.