Historia
Estos son los seis pueblos de España que mantienen referencias franquistas en su nombre
La Ley de Memoria Democrática establece que deben eliminarse todas las referencias a la dictadura pero varios municipios se resisten a cumplirla

A pesar de que la Ley de Memoria Democrática estableció en el año 2022 que debía eliminarse cualquier referencia en nuestro país a la dictadura de Francisco Franco, 50 años después de la muerte del caudillo hay todavía seis municipios españoles que se resisten a cambiar su nombre. Otros, en cambio, han decidido acatar la ley a pesar de que su topónimo no tuviera relación con el caudillo. Es el caso de Villafranco del Guadalhorce, una pedanía de Málaga que el pasado verano decidió cambiar su nombre y pasar a denominarse Villa del Guadalhorce. La medida tomada por el equipo de Gobierno fue bastante impopular y generó la indignación de los vecinos porque el nombre no tenía nada que ver con el régimen, sino con una familia que vivia en la zona Los Francos.
Sin embargo, en otros municipios han decidido mantener su nombre, a pesar de estar incumpliendo la ley. En total son seis las localidades que tienen alusiones en su nombre al dictador, a políticos y militares con un papel clave entre los años previos a la Guerra Civil como los generales Mola y Yagüe o Onésimo Redondo, fundador de las JONS: Llanos del Caudillo (Ciudad Real), Alberche del Caudillo (Toledo), Villafranco del Guadiana (Badajoz), Alcocero de Mola (Burgos), Quintanilla de Onésimo (Valladolid) y San Leonardo de Yagüe (Soria).

A pesar de que la ley prevé sanciones de hasta 10.000 euros, son muchos los vecinos que están en contra de renunciar al nombre de la localidad que les vio nacer y que es conocida en todo el país por su nombre original. es el caso de Villafranco del Guadiana, pedanía de Badajoz, que se resiste a cambiar el nombre con el que fue fundada hace 50 años.
La pedanía nación en la década de los 60, dentro del Plan Badajoz, proyecto del régimen para doblar nuevas zonas agrícolas. De hecho, este asunto ha sido protagonista de intensos debates internos. Según publica "La crónica de Badajoz", en el año 2018 se produjo una recogida de firmas que logró mantener el nombre actual. Los vecinos no consideraron que fuera una cuestión importante. Sin embargo, algunos de los vecinos consideran que no tiene sentido mantenerlo. Entre ellas Josefa Morato, que indicó al diario pacense que mantener su nombre es como "si en Alemania existiera una 'Villa Hitler'”.
Chefi, en cambio, considera que el nombre es un homenaje a los responsables de su creación, pero recuerda que otras localidades sí han cumplido con la Ley de Memoria Histórica y han prescidido de su apellido como es el caso de Gévora o Guadiana. Ya no se apellidan Del Caudillo, pero fue una decisión de los vecinos.
En el otro extremo está Luciano González que defienden quedarse como están porque el nombre significa un sentimiento de pertenencia. Luciano vive en Villafranco desde hace 45 años y nunca vinculó su nombre al dictador. Para Luciano y otros vecinos, el nombre forma parte de esa memoria, no de un posicionamiento político: “A mí no me molesta que se llame Villafranco… es mi vida entera”.