
Investigación
Un estudio demuestra que en el Pleistoceno los linces ocupaban cuevas para criar a cachorros
Investigación liderada por la Universidad Complutense de Madrid

Un estudio, liderado por la Universidad Complutense de Madrid (UCM), ha demostrado que los antepasados del lince ibérico en el Pleistoceno superior ocupaban las cuevas en busca de un lugar seguro para criar a sus cachorros, lo que aporta datos "relevantes" sobre la ecología reproductiva y estructura de la población del lince ibérico en aquella época.
En concreto, para realizar el estudio, publicado en la revista Scientific Reports, se recolectó y analizó una muestra completa de linces modernos y se aplicó a dos yacimientos, Terrasses de la Riera dels Canyars (Gavà) y Cova del Gegant (Sitges), ambos en Barcelona.
Así, el trabajo propone una pionera metodología para estimar la edad de muerte en individuos de lince ibérico, integrando datos sobre desarrollo biológico obtenidos a través de técnicas radiográficas.
Los resultados ofrecen un sistema de clasificación de edad, que abarca desde neonatos hasta adultos y que permite a los investigadores determinar la edad de muerte, además de ¿abrir una ventana al pasado para conocer cómo era el comportamiento de los linces en el pasado¿.
Los autores del trabajo apuntan que los resultados revelan destacadas diferencias entre las dos asociaciones fósiles estudiadas, de forma que los individuos representados en el primer depósito abarcan toda la etapa de desarrollo juvenil, como se observa en las poblaciones actuales; en lo que sería el resultado de un proceso de crianza continua en la zona del yacimiento.
Sin embargo, en el otro depósito dominan las crías recién nacidas, lo que sugiere que la cueva fue usada exclusivamente como un refugio para criar a los cachorros.
Estos resultados, según informa la UCM, son especialmente relevantes cuando se comparan con poblaciones de linces modernas, teniendo en cuenta que en la actualidad el lince ibérico habita principalmente en zonas de matorral mediterráneo en el sur de España y Portugal, donde no existen cuevas, por lo que las hembras seleccionan huecos en los árboles o densos arbustos para criar a sus cachorros.
Sin embargo, el registro fósil confirma que durante el Pleistoceno, y en concreto el último tramo de hace unos 50.000 años, esta misma especie se encontraba adaptada para habitar áreas rocosas como el Macizo del Garraf, haciendo uso de cavidades como refugios para sus crías.
La investigación concluye que esta plasticidad ecológica demuestra la capacidad del lince ibérico para adaptar sus estrategias reproductivas.
En el estudio participan también investigadores de la Universidad de Burgos y la Universidad de Barcelona, con la colaboración de la Estación Biológica de Doñana (EBD-CSIC) y el Museo de Ciencias Naturales de Madrid (MNCN-CSIC), informa Efe.
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