Religión

Francisco «on tour», en ochenta minutos

El laureado cineasta Gianfranco Rosi estrena un documental sobre los viajes del Papa: «Bergoglio es el político de la mediación que necesita este mundo convulso»

Fotograma del documental de Gianfranco Rosi sobre el Papa Francisco
Fotograma del documental de Gianfranco Rosi sobre el Papa FranciscoKarma Films

Cuando en 2016 se hizo con el Oso de Oro de Berlín por «Fuocoammare» («Fuego en el mar») sobre el campo de refugiados de Lampedusa, se dio más que por satisfecho de su trabajo. Lo que no esperaba es recibir una llamada de un número de oculto que fue para él otro premio inesperado. El Papa estaba al otro lado del teléfono para felicitarle por ser voz de denuncia de los refugiados. Aquel diálogo con Francisco no se quedó ahí. A Gianfranco Rosi le tocó hasta tal punto descubrir que el primer destino de Jorge Mario Bergoglio en su pontificado fue a aquella isla italiana donde desembarcan los migrantes que no pudo controlarse. Así se acuñó «In viaggio» («De viaje»), el filme que ha llegado a los cines españoles y que ahonda en los 37 viajes a casi 60 países emprendidos a lo largo de esta década de pontificado.

«No me puse límites ni quise seguir un orden cronológico al uso para elaborar el relato. Más bien lo definiría como una pereginación a la inversa. De hecho, empecé en Irak y terminé en Lampedusa para ir conformando el complejo cubo de Rubik que representa este Papa», comparte el cineasta con LA RAZÓN, que ha contado con la complicidad de la Santa Sede para dar forma a la cinta.

Fotograma del documental de Gianfranco Rosi sobre el Papa Francisco
Fotograma del documental de Gianfranco Rosi sobre el Papa FranciscoKarma Films

Para ello, pusieron a su disposición 800 horas de vídeo que, tras un primer visionado de su equipo se quedó en 200 horas. A esto, sumó otras tantas grabaciones que pudo realizar por sí mismo en los viajes más recientes. Con todo este material, ajustó a los 80 minutos finales.

«Quería elaborar un relato de Francisco fuera de los muros, reflejar cómo dialoga con los que están fuera. Porque si algo ha quedado claro en estos años es que este Papa no puede estar quieto», plantea, consciente de que ha roto fronteras más allá de lo geográfico: «Yo diría que no es el Papa ni solo de los creyentes ni de los no creyentes, es el Papa transversal que llega a todos, da igual su condición o su religión. Tanto en Irak como en El Líbano, constaté que su liderazgo global va mucho más allá de cualquier credo, la gente tiene respeto por lo que dice y por como lo dice independientemente de su fe».

Mirada secular

Lo atestigua un agnóstico convencido, un matiz que considera que aporta un valor añadido a su claqueta: «Explorar la figura de Francisco desde un punto secular me ha permitido ser un ojo externo que contempla el hecho religioso sin riesgo de contagios ideológicos ni una mirada teológica». Desde ahí, no tiene problema alguno en aplaudir la capacidad gestora de Francisco y respaldar su autoridad global, que considera que se ha ganado a pulso. Por un lado, de puertas para afuera, por la impronta personal que ha impregnado a la diplomacia y a la geopolítica vaticana: «Ahí está su encuentro con Kirill en Cuba, la primera reunión entre un Papa de Roma y el patriarca de la Iglesia Ortodoxa Rusa tras el cisma de 1054». Por otro, elogia el proceso renovador que ha iniciado en el ámbito católico: «Su propuesta profunda de transformar la estructura de la Iglesia, que es la razón por la que tiene tantos enemigos entre los católicos conservadores». «Quizá no haya logrado cambiar tanto como él quisiera, pero sin duda le considero un revolucionario», sentencia el director de cine.

Más allá de su protagonista principal, la película también permite contemplar los rostros y las voces de aquellos con los que estrecha una mano o comparte una sonrisa. «Mira a los ojos de la gente. Para él no son números, son personas. Y yo quería hacer un retrato de esos hombres y mujeres, de la condición humana. Por eso no me planteé hacer muchas entrevistas ni elaborar un guión cargado de argumentos, sino que la vida y la realidad se mostraran por sí mismas, situarme desde un escenario emocional». Así, van pasando por la pantalla lugares como Malta, Canadá o Chile. Al repasar este periplo, a Rosi le costó contener las lágrimas: «Hubo un momento muy fuerte de emoción para mí cuando estaba editando su viaje a Filipinas porque se quedó literalmente sin palabras ante el horror del huracán».

¿Considera Gianfranco Rosi que Jorge Mario Bergoglio es un político? «Por supuesto, no deja de ser el jefe de de un Estado. Sus colaboradores más cercanos me comentaron que los primeros temas que aborda cada mañana son los que tienen que ver con las crisis internacionales», asevera Rosi, que aclara a continuación: «No es un político al uso. Necesitamos un político como Francisco que ejerza esa labor de mediación que solo puede llevar a cabo la Iglesia en medio de un mundo convulso. Nadie ha conseguido hablar con tanta competencia y libertad, la paz, el clima, la dignidad, la pobreza… Interpela al que está enfrente para que se implique y se posicione».

La profecía papal

A la par, recuerda que «ha sido un profeta que ha ido por delante a la hora de advertirnos de que estábamos viviendo y nos estábamos encaminando una guerra mundial por fascículos. En 2014, advirtió de que si no nos ocupábamos de este desafío entonces, íbamos a tener problemas más adelante. Ahora lo hemos comprobado con lo que está pasando en Ucrania», asegura Rosi.

De hecho, la invasión rusa le obligó a dar un vuelco a su relato audiovisual cuando ya estaban en fase de montaje: «El sueño más importante del Papa es la paz». De hecho, de sus discursos, se siente interpelado por su llamada constante a «soñar»: «Es un hombre de 86 años cargado de sueños. A la par nos llama a todos a no perder la capacidad de soñar. Solo si eres capaz de soñar, eres capaz de creer. Me impacta su concepto de un mundo sin fronteras, con esa conciencia que tiene de que si nos fusionamos, si nos mezclamos, la humanidad será mejor y no un desastre total. Sueña con un mundo que aún no existe pero está poniendo los medios para lograrlo». Pero, más allá de sus palabras en discursos y homilías varias que ha escuchado, si algo le ha impactado al director italiano es su silencio: «Tuve la tentación de mostrar solo la soledad del Papa y únicamente detenerme en los silencios de sus viajes y de sus desplazamientos en el papamóvil».

Aunque «In viaggo» ya está en salas, Rosi no da por finalizado su peregrinar con Francisco «on tour». De hecho, le ha acompañado a su reciente visita a República Democrática del Congo y Sudán del Sur. Y no tiene duda de la otra escala que compartiría con él y que cree apremiante: «Si el Papa va a Kiev y a Moscú, iré. No doy por terminada esta película».