Vivienda
Un gestor de fincas explica la razón por la que unos propietarios pagan más en cuotas de comunidad que otros
Diego Quilez aclara que la diferencia de pagos se basa en el coeficiente de participación, una cifra establecida para cada vivienda en función de sus metros cuadrados y características
La disparidad en el importe de las cuotas de la comunidad es una de las cuestiones que más desconcierto genera entre los vecinos. Frente a la frecuente pregunta de por qué algunos propietarios abonan cantidades significativamente más altas que otros, el administrador de fincas Diego Quilez ha ofrecido una explicación contundente que apunta a un criterio técnico y legal.
El experto señala que la clave reside en el coeficiente o cuota de participación asignado a cada vivienda. Quilez utiliza una metáfora sencilla para ilustrarlo: el edificio completo se representa como una tarta dividida en 100 porciones.
Cada vivienda posee un número concreto de esas porciones, las cuales nunca pueden superar el total de cien. Este porcentaje no es arbitrario, sino que es determinado por el arquitecto en el momento de la construcción del inmueble.
Qué dice la ley de propiedad horizontal sobre los coeficientes de participación
Este sistema de reparto tiene un sólido amparo legal en la Ley de Propiedad Horizontal. En concreto, el artículo 3 de esta norma establece que a cada piso o local se le asigna una cuota de participación en relación con el valor total del inmueble. Dicha cuota funciona como el módulo para determinar la contribución a las cargas y los beneficios derivados de la comunidad.
La obligatoriedad de este criterio queda reforzada por el artículo 9.1.e) de la misma ley. Este precepto obliga a los propietarios a contribuir a los gastos generales para el correcto sostenimiento del edificio en proporción a la cuota de participación fijada en el título constitutivo de la propiedad. Por lo tanto, la contribución económica de cada vecino es el resultado directo de una valoración objetiva de su propiedad, dejando claro que el reparto no se realiza de manera aleatoria o injusta.