Salud

La interminable, vergonzante y dolorosa erección de un hombre durante 36 horas

Los médicos tuvieron que someterle a cirugía para solucionar el problema y evitar que le provocara una disfunción eréctil

Bajas laborales: un agujero al que nadie pone freno
Bajas laborales: un agujero al que nadie pone frenolarazon

El británico Elliott Rossiter, de 41 años, viajó hasta Francia a ver a unos amigos. Después de reunirse con ellos, se sentaron y sin estar excitado comenzó a tener una fuerte erección.

El británico Elliott Rossiter, de 41 años, viajó hasta Francia a ver a unos amigos. Después de reunirse con ellos, se sentaron y sin estar excitado comenzó a tener una fuerte erección. Trató de distraerse para evitarla pero no lo logró. "No fue sexual y no me sentía excitado", dijo del vergonzante momento a la agencia de noticias SWNS.

Después de 19 horas sin alivio, un amigo decidió trasladarlo a un centro médico, donde le inyectaron antiinflamatorios y esterioides, pero no lograron detener la erección. "Apenas podía caminar, me doblaba del dolor. Fue una agonía absoluta", indicó.

Durante todo ese tiempo se le pasaron muchas cosas por la cabeza: "Estaba aterrorizado. Pensé que nunca se iría. Nunca había experimentado algo así. Era más grande que una erección habitual y no dejaba de latir. No podía dejar que nada lo rozara. Era muy doloroso”.

Rossiter fue trasladado a un hospital, donde los médicos le diagnosticaron priapismo, una condición que debía ser tratada con rapidez porque podría causar la disfunción eréctil en el paciente. Por ello, fue sometido a una cirugía: "Los médicos me dijeron que o me operaban o mi pene moriría. La sangre no dejaba de acumularse y no se drenaba. Estaba muy asustado".

Por ello, los médicos hicieron una pequeña incisión en la base del pene del paciente para drenar la sangre y lograron solucionar el problema. Rossiter se quedó con dos pequeñas cicatrices pero su virilidad quedó intacta.

Hay tres tipos principales de priapismo: isquémico, recurrente y no isquémico. En la mayoría de los casos son isquémicos, lo que ocurre cuando "la sangre no puede salir del pene después de una erección". Las causas de la afección varían, pero ciertos medicamentos, como antidepresivos, anticoagulantes, medicamentos utilizados para tratar el trastorno por déficit de atención o hiperactividad y aquellos utilizados para tratar la disfunción eréctil, entre otros, pueden provocar el problema. Otras causas también son el consumo de drogas como la cocaína y el éxtasis o algún traumatismo en la zona genital.

Los médicos no lograron saber cual fue la causa del priapismo de Rossiter porque estaba en proceso de superar una adicción a los analgésicos que comenzó a usar después de un accidente de esquí en los Alpes franceses en 2012. Tardó ocho meses en superar la lesión en la pierna derecha y durante ese tiempo estuvo tomando codeína para el dolor. Pero se hizo adicto a los fármacos y comenzó a simular que le dolía para poder seguir tomándolos. En octubre de 2016 viajó a Niza para finalizar su tratamiento. Hace unas semanas una amiga del colegio le dijo que les visitara en Francia para distraerse y cambiar de aires, pero nada más llegar fue cuando sufrió la dolorosa erección.