Rescate a contrarreloj

Mueren al menos 51 ballenas tras varar en una playa de Australia

70 funcionarios gubernamentales, junto a 50 voluntarios, intentan reflotar a otras 46 cetáceos que siguen con vida en aguas poco profundas de 150 metros de profundidad en la playa de Cheynes, al suroeste de Australia

97 ballenas piloto comenzaron a quedarse varadas este martes a las 4 de la tarde hora local, 10 de la mañana en España, en aguas poco profundas en la playa de Cheynes, al suroeste de Australia. Al menos 51 de estos cetáceos atrapados han muerto en estas aguas de unos 150 metros de profundidad y las autoridades han confirmado que están "realizando un gran esfuerzo" para reflotar a las otras 46 ballenas.

Voluntarios trabajan en la playa de Cheynes, al suroeste de Australia, para mantener con vida a 46 ballenas piloto de aleta negra que quedaron varadas en estas aguas
Voluntarios trabajan en la playa de Cheynes, al suroeste de Australia, para mantener con vida a 46 ballenas piloto de aleta negra que quedaron varadas en estas aguasAgencia EFE

Un equipo de 70 funcionarios gubernamentales, entre los que se encuentran agentes de policía, y otros 50 voluntarios, algunos de ellos miembros de grupos ecologistas, han acudido a esta zona, una reserva natural protegida, para tratar de devolverlas mar adentro, ha informado la cadena australiana ABC News. "La gente está intentado asegurarse de que los animales permanezcan mojados y luego un veterinario hará una evaluación del estado del animal mientras está junto al agua antes de que consideremos trasladarlo a aguas más profundas", ha declarado el portavoz del Gobierno sobre Vida Salvaje, Jeremy Friend. Ante el reto de salvar la vida de estas 46 ballenas piloto, Friend ha explicado que sería preferible "intentar ponerlos a todas en el agua a la vez, para intentar evitar que los animales vuelvan a varar".

Las condiciones meteorológicas están complicando las tareas de rescate debido al riesgo de hipotermia al estar expuestos a "los elementos" y la posible amenaza de los tiburones en esta playa, ha afirmado Friend. Además, otra de las dificultades es que algunas ballenas vuelven a regresar a la orilla tras ser devueltas mar adentro. "En el momento en que cualquier calderón o ballena llega a tierra, el reloj comienza a contar en términos de supervivencia", ha advertido la científica marina Vanessa Pirotta.

Un joven ayuda a una ballena piloto y trata de mantenerla con vida en la playa de Cheynes al suroeste de Australia, donde quedaron varadas 97 ballenas piloto y al menos 51 de ellas han perdido la vida
Un joven ayuda a una ballena piloto y trata de mantenerla con vida en la playa de Cheynes al suroeste de Australia, donde quedaron varadas 97 ballenas piloto y al menos 51 de ellas han perdido la vidaAgencia EFE

Las autoridades australianas han anunciado el cierre temporal de la playa y han asegurado que ya cuentan con suficientes voluntarios por el momento. La científica e investigadora de mamíferos marinos, Rebecca Wellard, ha asegurado que, aunque se desconocen los motivos por los que las ballenas se ven envueltas en estas situaciones, se cree que podría ser debido a que están cohesionadas en estructuras sociales". Los motivos más comunes que suelen hacer que las ballenas queden varadas son la desorientación, a veces provocada por embarcaciones con sónar, condiciones meteorológicas adversas que hacen que el mar las arrastre o la huida de depredadores como las orcas. Una de las causas más habituales también es un mal estado de salud de la ballena, que se queda sin fuerzas y es arrastrado por la corriente hacia una playa donde queda atrapada.

Una mujer ayuda a una ballena piloto junto a varios voluntarios y funcionarios gubernamentales en la playa de Cheynes al suroeste de Australia
Una mujer ayuda a una ballena piloto junto a varios voluntarios y funcionarios gubernamentales en la playa de Cheynes al suroeste de AustraliaAgencia EFE

Otros científicos han sugerido que este varamiento puede deberse a la presencia de orcas que se encontraban de caza. "Están muy unidas en sus grupos, de modo que si hay un animal enfermo, los demás pueden encallar con él. Si hay problemas de navegación, pueden seguirse unos a otros", ha explicado Wellard. La científica marina ha explicado que esta especie de ballena piloto se queda varada en grandes grupos de forma habitual y que en Australia suele ocurrir una vez al año.

Esta especie de ballena ha estado involucrada en muchos varamientos masivos, como en el caso de 250 ballenas piloto muertas tras encallar en una playa de Nueva Zelanda en 2022, 477 ese mismo año también en Nueva Zelanda o 380 que perdieron la vida en 2020 en la costa de Tasmania.