Provida

Multitudinaria marcha por la vida

Miles de personas han recorrido hoy las calles de la capital para protestar contra las leyes del aborto y la eutanasia

Miles de personas participaron ayer en Madrid en la marcha «Sí a la vida» en protesta por la «cultura de la muerte» que, a su juicio, promueven leyes como la del aborto y la eutanasia.

Impulsada por la Plataforma «Sí a la vida», apoyada por 500 asociaciones y entidades, la marcha partió a las 12.00 horas de la calle Serrano y discurrió hasta Colón, con los participantes (23.000 según la Delegación del Gobierno, 50.000 según los organizadores), muchos jóvenes, llevando globos verdes, banderas de España y de la Cruz de Borgoña.

La celebración del Día Internacional de la vida, el 25 de marzo, se instauró en 2003, durante el primer Congreso Internacional Provida, tras una encuesta mundial contestada por más de 20.000 grupos y asociaciones de más de 20 países de Europa y América. En 2011 acordaron que crear una plataforma con el nombre y lema «Sí a la vida» que cada año celebraría este acto en torno al 25 de marzo.

La protesta ha contado con la presencia de representantes de Vox, como el portavoz de la formación en el Congreso, Iván Espinosa de los Monteros, la portavoz de la formación en la Asamblea de Madrid, Rocío Monasterio, y el portavoz en el Ayuntamiento de Madrid, Javier Ortega Smith.

Los asistentes portaron pancartas y carteles, muchos con dibujos de fetos o fotos de bebés, en los que se podían leer consignas como «sí, soy persona y tengo derecho a la vida», «¿este es el latido que queréis ocultar?», «escucha el latido, te digo que estoy vivo», «aborto y eutanasia, genocidio partitocrático», «cada vida importa», «ninguna madre se arrepiente de serlo», «aborto, crimen contra la humanidad» o «aborto = terrorismo».

Manifiesto sí a la vida

En Colón, donde se ubicaba el escenario, tuvo lugar un acto con testimonios y la escucha de una ecografía acompañada de un minuto de silencio «en recuerdo de niños que no llegaron a nacer y todas las víctimas de la eutanasia y la cultura de la muerte».

Este acto fue presentado por los influencers Carla Restoy y José Martin Aguado y, entre los testimonios, se escuchó el del influencer, fisioterapeuta y profesor universitario Pablo Delgado de la Serna, quien contó que vive con diálisis por una enfermedad que le ha «cortado las alas en muchas cosas» pero con la que, igualmente, mira al futuro. «A pesar de tener un 81% de minusvalía, Dios me hizo el mejor regalo que me podía hacer, la vida», subrayó. En la cita, que concluyó con una suelta de globos verdes con el grito al unísono de «sí a la vida», también se leyó un manifiesto en el que las asociaciones provida que forman la plataforma aseguraron «no rendirse» para defender la vida «desde su inicio a su fin natural», y alzar la voz «por los que no la tienen».

La organización quiso dejar claro que no cesarán en «la defensa de este don tan valioso que en los últimos años se está viendo vulnerado por las leyes del aborto y de la eutanasia».

La cultura de la muerte

Recordemos que la Ley Orgánica 3/2021, de 24 de marzo, de regulación de la eutanasia, más conocida como «Ley de eutanasia», legaliza y regula el derecho a este acto en el conjunto del territorio español. Aprobada hace ahora dos años, entro en vigor el 25 de julio de 2021 y permite que puedan solicitar la eutanasia aquellos pacientes que sufran un «padecimiento grave, crónico e imposibilitante» o una enfermedad «grave e incurable» que les causen «un sufrimiento intolerable». En los 12 primeros meses desde su entrada en vigor, cerca de 350 personas en España la habían solicitado, de las que unas 200 la han consumado.

Respecto a la reforma de la Ley de Salud Sexual y Reproductiva y de Interrupción Voluntaria del Embarazo, conocida Ley del aborto, fue aprobada por el Consejo de ministros el pasado 15 de diciembre y establece que cualquier mujer puede interrumpir su embarazo en la sanidad pública, desde los 16 años y sin periodo de reflexión. Además, el aborto es ahora considerado un servicio de urgencia y las mujeres podrán elegir el método abortivo: farmacológico o quirúrgico. Desde que se dieron a conocer los puntos claves de la reforma, las manifestaciones de los grupos provida se han sucedido en distintas ciudades de España.

En la de ayer se aprovechó para rendir un pequeño homenaje con aplausos a los enfermeros y médicos que están a favor a la vida. «Muchas gracias a todas las personas que defiende este don». «Vamos a conseguir llenar la Castellana, esto es historia. Viva la vida», se escuchó en ese momento.

La canción «Viva la vida», de Coldplay, fue la banda sonora de la marcha en muchos momentos del recorrido. El evento también estuvo amenizado por la música de DJ Juan Herranz , y concluyó con un breve concierto en el que sonó el himno «Que viva la vida», creado por el grupo español «Hermanos Martínez».

No hay dudas sobre qué va primero. Sin vida no hay libertad alguna

La participación de los jóvenes en la manifestación ha sido especialmente llamativa. Solos o acompañados de sus padres, miles de chicos y chicas de todas las edades quisieron salir a defender el derecho la vida por encima de cualquier otro. Es el caso de Miriam Gragera, de 21 años y estudiante de Derecho que toma la voz contante en la familia a la hora de explicar a LA RAZÓN que les hace estar allí.

«Estamos aquí para enaltecer la vida y ponerla por delante de la libertad, porque, ¿Cómo va a haber libertad sin vida? Nuestra abuela el tema de la eutanasia lo tuvo muy presente, se le dieron charlas en las que le venían a decir que seguir viva solo suponía ser un estorbo más tiempo para su familia», explica. «El tema de defender la vida nos parece fundamental. Yo estudio Derecho y me llamó mucho la atención que, en la regulación del aborto, se ponga a la mujer y sus derechos primero frente a los del nasciturus. Además, a las mujeres no se les está dando toda la información disponible sobre los recursos que existen para ayudarla si elige ser madre, ni sobre el síndrome post aborto y las secuelas que conlleva tomar esta decisión. Yo tengo una amiga que ha abortado y sus secuelas son muy graves», destaca.

«Yo digo, si vamos a ser feministas seamos lo de verdad, y cumplamos la Ley. El Código Penal dice que a la mujer se le tiene que informar de todas las opciones que tiene si elige ser madre; ¿Cómo es posible que se estén destinando más recursos a abortar que a darle otra salida la mujer que se encuentra en esa situación? También en muchos casos abortan coaccionadas por sus parejas, ¿Dónde queda ahí el feminismo? ¿Por qué no las defendemos en esa situación?», enfatiza.

Su hermano Rodrigo, de 19 años, apunta que «también venimos a defender que hay vida desde el primer momento de la concepción, es un hecho biológico ya que, desde ese momento, el embrión tiene una composición genética propia, que no es ni la de la madre ni la del padre. Aunque esa vida esté y se forme en el cuerpo de la mujer, tiene entidad propia. Tiene un nombre, nasciturus, y unos derechos. Sobre todo, tiene derecho a la vida», afirma.