Opinión

Nuevos cardenales

El próximo 30 de septiembre el Papa elegirá 21 nuevos purpurados

Reunión de cardenales
Reunión de cardenalesAndrew MedichiniAgencia EFE

El domingo 9 de julio Francisco repitió un gesto ya habitual en él: finalizada la oración del Ángelus sacó de su bolsillo un folio en el que figuraban los nombres de los 21 nuevos cardenales que creará el 30 de septiembre. Su noveno consistorio ha sido una sorpresa como todos los anteriores y ha sido analizado con detalle por los especialistas.

Yo señalaría algunas características de esta nueva incorporación al colegio cardenalicio: en ella aparecen nombres que provienen de las llamadas periferias de la Iglesia como los arzobispos de Hong Kong, Juba (Sudán del Sur), Penang (Malasia), Ciudad del Cabo (Suráfrica), Tabora (Tanzania) y Ajaccio (Córcega).

En segundo lugar, destaca su relativa juventud dentro de una corporación más bien entrada en años. La edad media de los nuevos purpurados es de 62 años.

Como ha sucedido en todos los anteriores consistorios, incluye españoles: el arzobispo de Madrid José Cobo, el rector mayor de los Salesianos Ángel Fernández Artime y el navarro Francisco Javier Bustillo, que ha transcurrido la mayor parte de su vida en Francia obispo de Ajaccio desde 2021. Si metemos en la lista a tres españoles que son pastores en otros países (Panamá, Chile y Marruecos) nuestro país cuenta con 18 cardenales, de los cuales 12 podrían participar en un cónclave. Solo nos supera Italia y estamos igualados con Estados Unidos.

En sus diez años de pontificado Bergoglio ha nombrado 72 cardenales que se supone identificados con sus directrices pastorales, pero no son, ni mucho menos, un grupo homogéneo, por lo que no tiene sentido hablar de un «lobby» bergogliano. Cada cardenal, a la hora de depositar su voto, obedece a principios muy superiores e íntimos.