Suecia
Su obsesión con el heavy metal causa que consiga la pensión por incapacidad permanente a los 42 años
El hombre alegó que su adicción al heavy metal le impedía ejercer su trabajo con normalidad
En 2015, un tribunal sueco reconoció el derecho a una pensión por incapacidad permanente a Roger Tullgren, un hombre de 42 años cuya adicción al heavy metal afectaba a su capacidad para mantener un empleo estable. La sentencia fue resultado de una larga batalla judicial iniciada diez años antes y ha vuelto a ser recordada recientemente por el profesor de Derecho del Trabajo y de la Seguridad Social Francisco Trujillo, de la Universidad Jaume I de Castellón.
A través de una publicación en LinkedIn, Trujillo rememoró lo que calificó como el momento en que “el mundo del heavy metal y la legislación sueca colisionaron”, en referencia al caso que en su día tuvo amplia repercusión en los medios del país. Según explicó, Tullgren necesitó el aval de tres psicólogos para que su adicción fuera reconocida como una limitación funcional que afectaba a su vida laboral.
Durante el proceso, el propio afectado declaró haber asistido a más de 300 conciertos en un solo año y relató que su afición le impedía concentrarse en otras actividades. “Llevo diez años intentando que se reconozca mi situación como una discapacidad”, afirmó entonces. Los psicólogos que lo evaluaron consideraron que sufría una “situación de discriminación” debido a su condición.
La justicia sueca concluyó que Tullgren “no podía desempeñar un trabajo sin someterse a intensivas sesiones de heavy”, y le concedió una incapacidad parcial que incluía una pensión mensual de unos 400 euros. El fallo permitió al afectado compaginar su empleo de lavaplatos con su pasión musical, con la autorización de su jefe para vestir ropa del género y escuchar su música durante la jornada laboral.