Golpes de calor
El olvido asesino
El calor en el interior de un coche puede ser letal para los niños o los ancianos cuyo sistema de regulación térmica es mucho más vulnerable que los del resto y que, además, dependen de otros para poder abandonar ese encierro letal
La noticia de esa niñera imputada por “homicidio agravado de una menor”, que olvidó a una bebé más de cinco horas en el interior de un coche estacionado en un garaje de Florida, nos toca el corazón. No sólo nos indigna y nos aterra, también nos provoca extrañeza. ¿Cómo es posible que suceda algo así?
Pues, curiosamente, aunque este caso sea el último no es el único. Han ocurrido muchos sucesos similares y de los que son responsables los padres, no los cuidadores. En EEUU otro parecido, hace bien poco, en Lakeland. Pero es que en Norteamérica , desde 1998 hasta hoy, ha habido 954 muertos por golpes de calor. En lo que va de año, 14 niños y un total de 33 personas.
Parece que el calor y los olvidos son cuentos de horror americanos, pero también hemos vivido dramas de este tipo en España. Desde 2006, hasta ahora, tres niños fallecieron por golpes de calor al ser “olvidados” por sus padres dentro de los vehículos: uno de tres años en una carretera comarcal de Vizcaya, otro de 25 días cuya silla colocó su padre en el maletero del vehículo por error y una niña de 21 meses en Jávea, que tenía fiebre cuando la dejaron sola en el automóvil.
En Europa se contabilizan un total de 26 niños muertos, más o menos desde la misma fecha. El calor en el interior de un coche puede ser letal para los niños o los ancianos cuyo sistema de regulación térmica es mucho más vulnerable que los del resto y que, además, dependen de otros para poder abandonar ese encierro letal… ¿Irresponsabilidad? ¿Demasiadas cosas en la cabeza? ¿Urgencias que no lo son tanto…? Cualquier cosa, irreparable, que mata al niño…pero también al culpable.
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