Investigación
La mayoría del ozono troposférico que causa mortalidad prematura en Europa es importado
El gas emitido por Francia provocó el 16,8% de decesos en España
El ozono troposférico es un contaminante atmosférico nocivo que se forma por la interacción de la luz solar con varios gases precursores, principalmente óxidos de nitrógeno y compuestos orgánicos volátiles procedentes de fuentes naturales y antropogénicas. Los niveles elevados de ozono se asocian a una serie de efectos adversos para la salud respiratoria, como, por ejemplo, el agravamiento del asma, la enfermedad pulmonar obstructiva crónica, la disminución de la función pulmonar e infecciones respiratorias, que en los casos más graves pueden conducir a la hospitalización y la muerte.
Pues bien, la exposición a los niveles actuales de ozono tropos en Europa es una de las principales causas de mortalidad prematura debida a la contaminación atmosférica, especialmente en verano. Así lo determina un estudio que ha sido liderado por el Instituto de Salud Global de Barcelona (ISGlobal), centro impulsado por la Fundación «la Caixa»y el Barcelona Supercomputing Center en colaboración con el National Institute of Health and Medical Research de Francia, que ha cuantificado las contribuciones tanto nacionales como importadas del ozono en relación con la mortalidad en 35 países europeos entre 2015 y 2017, abarcando 813 regiones y alrededor de 530 millones de personas. Una de las conclusiones más importantes es que la mayor parte de este gas transfronterizo provino de fuera del área de estudio, lo que representa el 56,7% de la mortalidad atribuible total. El ozono importado de los otros 34 países europeos también tuvo un efecto significativo en la mortalidad, representando el 20,9%.
«Los efectos sobre la salud del ozono, y de cualquier contaminante atmosférico en general, distan mucho de ser una cuestión local. En este estudio, encontramos que el 11,7% de las muertes atribuibles a este gas fueron causadas por fuentenacionales», afirma Hicham Achebak, uno de los responsables del estudio.
El análisis se basó en datos de la estación cálida (de mayo a octubre), que es la que registra los valores más elevados de este gas. Se observó que la concentración media en todos los países y durante el periodo de estudio fue de 101,9 μg/m3, oscilando entre 76,7 μg/m3 en Finlandia y 130,1 μg/m3 en Malta. El número estimado de muertes atribuibles al ozono durante el periodo de estudio fue de 114.447 (estimación basada en las concentraciones totales del gas), lo que resulta en una tasa de mortalidad atribuible de 72 muertes por millón de habitantes y año.
Las mayores cargas de mortalidad se estimaron en los países más poblados (Alemania, Italia, Francia, Reino Unido, España y Polonia), mientras que las tasas de mortalidad más elevadas se registraron en los países del sudeste (Bulgaria, Serbia, Croacia, Hungría, Grecia y Rumanía).
El análisis también mostró que los países más industrializados de Europa fueron los principales contribuyentes a la mortalidad atribuible al ozono transfronterizo, especialmente Francia, con un número estimado de 4.003 muertes entre 2015 y 2017, y Alemania, con 3.260 muertes. El gas procedente de Francia tuvo un impacto significativo en países vecinos como Luxemburgo (32,3% de las muertes atribuibles al O3), Suiza (29,3%), Bélgica (24,4%) o España (16,8%).
Estos resultados ponen de relieve la importancia de los vientos del oeste, ya que los países situados hacia el este presentaron un mayor número de muertes atribuibles al ozono importado que otros países europeos. Los países del suroeste de Europa fueron los menos afectados por los efectos sobre la salud del gas importado de otros países europeos. De hecho, España, Francia y Portugal fueron los países con la mayor fracción de mortalidad atribuible causada por el ozono nacional con respecto a las contribuciones de otros países europeos, con un 53,7%, 47,1% y 46,2% de las muertes respectivamente, y la menor relación importado/exportado de muertes atribuibles.
En algunas regiones costeras y pequeños países mediterráneos, la contribución de las emisiones del transporte marítimo fue significativa, como en Malta (24% de las muertes) y Chipre (14%).
«Hasta ahora, los esfuerzos de mitigación se han centrado principalmente en las escalas nacional y regional, careciendo de una evaluación exhaustiva y transfronteriza de los efectos sobre la salud asociados. Un análisis como este ayudaría a alcanzar los estándares de calidad del aire de la OMS para prevenir muertes prematuras», sentencia Joan Ballester Claramunt, investigador de ISGlobal.
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