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Polémica

La píldora abortiva, en peligro de extinción en Estados Unidos

Un juez federal de Texas emite un fallo para revocar la aprobación del fármaco vigente desde hace más de dos décadas

Manifestantes pro vida gritan en frente de los partidarios del aborto en las puertas del Tribunal Supremo de EE UU MICHAEL REYNOLDSEFE

Se calcula que más de la mitad de los abortos que se llevan a cabo en Estados Unidos se materializan a través de la píldora abortiva. La más popular de todas es conocida como mifepristona y fue aprobada en el año 2000 por la Administración de Alimentos y Medicamentos de Estados Unidos (FDA, por sus siglas en inglés).

Ahora, más de dos décadas después de su entrada en el mercado, un juez federal de Texas pretende retirarla. Matthew J. Kacsmaryk, designado por el expresidente Donald Trump, emitió este viernes un fallo preliminar que, de salir adelante superando los desafíos judiciales, revocaría la aprobación del fármaco abortivo a nivel nacional.

Ahora, ante este nuevo escenario, expertos legales aseguran que se trata de la primera vez que un tribunal actúa para ordenar que un medicamento aprobado desde hace más de dos décadas se retire del mercado, a pesar de la objeción de la autoridad reguladora federal. Y advierten que, de mantenerse el fallo judicial, podría tener repercusiones irreparables con respecto a la regulación de otro tipo de drogas.

“Si se mantuviera este fallo, entonces prácticamente no habrá receta aprobada por la FDA que esté a salvo de este tipo de ataques políticos e ideológicos”, alertó el presidente de Estados Unidos a través de un comunicado emitido por la Casa Blanca. Joe Biden recuerda que se trata de “un medicamento recetado, disponible durante más de 22 años, aprobado por la FDA y utilizado de manera segura por millones de mujeres” en Estados Unidos.

“He aquí por qué esto es tan importante y cómo mi Administración lo va a combatir”, añadió Biden prometiendo: “Vamos a luchar contra eso”. En esa misma línea, la Casa Blanca anunció que el Departamento de Justicia “presentará una apelación y solicitará la suspensión inmediata de la decisión”.

Se trata del método más utilizado por las mujeres estadounidenses para interrumpir un embarazo. La demanda, presentada por una coalición de médicos y grupos anti-abortistas, alega que la FDA “no revisó adecuadamente la evidencia científica ni siguió los protocolos adecuados” cuando la aprobó hace más de dos décadas y denuncia que, desde entonces, “ha ignorado los riesgos de seguridad del medicamento”.

Los representantes legales del Gobierno cuentan ahora con una semana para recurrir la sentencia y permitir que la FDA pueda apelar la decisión judicial.

Menos de hora después de que se conociera el inédito fallo judicial de Texas, un juez federal del estado de Washington emitió otro fallo contradiciendo la decisión, respondiendo así a la petición presentada por 18 fiscales federales demócratas del país y adelantándose a las impredecibles consecuencias, al ordenar a la FDA mantener la mifepristona disponible para la población. El fármaco, al menos a corto plazo, seguirá siendo accesible.

En un total de 67 páginas, el juez Kacsmaryk utiliza repetidamente el lenguaje de los grupos opositores a la interrupción del embarazo, denominando “aborto químico” al empleo de medicamentos para tal fin y sustituyendo “feto” por la expresión “humano por nacer”. El abogado del grupo demandante de Texas, asesor de una organización legal cristiana conservadora, defiende que “ya es hora de que la agencia rinda cuentas por sus acciones imprudentes” al denunciar que “la FDA pone a mujeres y niñas en peligro” aprobando “ilegalmente medicamentos peligrosos para el aborto”.

Antes de esta decisión judicial impulsada desde Texas, hubo otros dos intentos anteriores de revocar la aprobación del medicamento abortivo: en 2002 y en 2019, cuando algunas de las mismas organizaciones antiaborto presentaron peticiones de ciudadanos oponiéndose a las acciones de la FDA. En ambas ocasiones fueron rechazadas por la agencia federal, al considerarlas “infundadas”, y la Oficina de Responsabilidad Gubernamental tampoco encontró irregularidades en su aprobación.

En los últimos años, al revisar de manera exhaustiva nuevos datos científicos sobre el fármaco abortivo, la FDA ha ido levantando restricciones como el requisito de que los pacientes deban obtener el medicamento en persona a través de un proveedor.

De aprobarse el fallo judicial de Matthew J. Kacsmaryk, la decisión dificultaría que mujeres estadounidenses abortasen con este tipo de medicamento incluso en aquellos estados donde la interrupción del embarazo es todavía legal.

Para impedirlo, el Departamento de Justicia de EEUU pedirá que se suspenda la decisión mientras la apelación está pendiente, tal y como adelantó este viernes el fiscal general Merrick Garland a través de un comunicado. “La decisión de hoy anula el dictamen de expertos de la FDA, dictado hace más de dos décadas, de que la mifepristona es segura y eficaz”, añadió el fiscal confirmando que su Departamento está revisando el fallo.

La Administración Biden cree que “el Congreso debe restaurar las protecciones de Roe versus Wade”, el caso que dio nombre a la ley del aborto vigente durante casi medio siglo en el país, revocada con mucho revuelo político y social el año pasado por la Corte Suprema de Estados Unidos.

Todo apunta a que la reciente escalada del enfrentamiento legal culmine, una vez más, en la sede de la máxima institución judicial del país. De mayoría conservadora, y dada la trayectoria que tuvo la polémica derogación de la ley del aborto en 2022, la Corte Suprema podría forzar a la extinción de la píldora abortiva, situando estos fármacos en el centro de la batalla bipartidista en la próxima campaña electoral hacia las presidenciales de 2024.

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