Medioambiente

Por qué los grandes incendios se ceban más con España

Los fuegos que calcinan a partir de 500 hectáreas suponen en la actualidad casi el triple que la media anual de la última década. El calor, la sequía y el abandono del mundo rural están detrás de esta nueva trágica tendencia

Llamas en las inmediaciones del municipio de Afaro, a 17 de agosto de 2023, en Afaro, Tenerife, Canarias (España). El incendio forestal declarado en la zona de monte en Arafo se encuentra "fuera de control" cuando lleva casi un día activo, tiempo en el que ha quemado más de 1.800 hectáreas en un perímetro de unos 22 kilómetros que afecta, principalmente, a los municipios de Arafo y Candelaria. Para intentar atajar el fuego trabajan 258 efectivos de Servicio de Protección Civil y Atención de E...
El incendio de Tenerife ya se ha estabilizado tras arrasar más de 15.000 hectáreasEuropa PressEuropa Press

En su visita al Puesto de Mando Avanzado de Arafo (Santa Cruz de Tenerife) desde donde se han coordinado las labores de extinción del devastador incendio en la Corona Forestal de Tenerife, la ministra para la Transición Ecológica y Reto Demográfico, Teresa Ribera, subrayó el jueves la necesidad de estar preparados para afrontar incendios más virulentos «cada vez más frecuentes e intensos». La potencia y la peligrosidad de los grandes incendios forestales en España «no ha parado de crecer en los últimos años», alerta el informe de la organización ecologista WWF «Incendios extremos e inapagables».

En España «cada vez con más frecuencia se dan las condiciones perfectas para que se produzcan oleadas de incendios muy agresivos, simultáneos, extremadamente rápidos y con un comportamiento explosivo», advierte WWF en el reciente estudio. El fuego que tuvo en vilo a Tenerife en nueve días ha arrasado casi un tercio de la masa forestal de la isla.

Incendios en España 2022
Incendios en España 2022Antonio CruzLa Razón

El año pasado ardieron en España más de 310.000 hectáreas, el 39% de la superficie afectada por incendios en Europa, lo que representa una extensión superior a la de la provincia de Álava, apunta el informe citando los datos del Sistema Europeo de Información sobre Incendios Forestales (EFFIS, en sus siglas en inglés), una plataforma de datos geográficos que proporciona información histórica y en tiempo casi real sobre incendios forestales en Europa, Oriente Medio y África del Norte.

En el último decenio en España se produjeron al año una media de 21 grandes incendios forestales (GIF), aquellos en los que arden 500 hectáreas o más, mientras que en 2022 hubo 61 fuegos que calcinaron una superficie equivalente a 70 campos de fútbol.

«Los grandes incendios apenas suponen el 0,22 % del total, pero en ellos arde cerca del 40 % de la superficie total afectada», destaca el estudio. Este año «la proporción de GIF del total de siniestros ascendió al 0,58 %», señala el informe de la organización ecologista cofinanciado por el Ministerio para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico.

"No son capaces de apagarlos"

En 2022, los 61 grandes incendios forestales casi triplican la media anual de los últimos diez años. En ocho de los grandes siniestros de 2022 ardieron más de 10.000 hectáreas. En lo que llevamos de año ha habido 16 grandes incendios en nuestro país. Dos de ellos han superado las 10.000 hectáreas: el incendio declarado el pasado 16 de agosto en Candelaria (Santa Cruz de Tenerife) que arrasó 14.751 hectáreas y el fuego en Pinofranqueado (Cáceres) que calcinó 10.843 hectáreas.

El incremento de los incendios más letales, unido al descenso del número de incendios, ha provocado que la proporción de grandes incendios forestales se haya incrementado más de un 21 % respecto a la década anterior. «Son incendios que los equipos de extinción no son capaces de apagar, por más medios terrestres y aéreos que se sumen a los operativos», alertan desde WWF.

Estos gigantescos incendios cada vez más habituales «suponen un riesgo real para la vida de las personas», tanto para los miembros de los equipos de emergencias como para los vecinos y visitantes de las zonas afectadas, como los más de 3.000 vecinos desalojados de sus hogares en el incendio de Tenerife que afectó a doce municipios.

Esta peligrosidad extrema de los incendios «se debe en gran medida a la crisis climática» y la sequía que provoca suelos más áridos y secos, «pero también a la intensa transformación del paisaje sufrida desde la segunda mitad del siglo pasado como consecuencia del abandono de usos y aprovechamientos en el medio rural», apunta WWF sobre las causas del incremento de la agresividad de los incendios.

Estos hechos descomunales convirtieron al año 2022 en uno de los más negros de la historia forestal española: el peor año del siglo y el quinto peor desde que existen registros. Las condiciones meteorológicas fueron especialmente adversas. El verano de 2022 fue el más caluroso de la serie histórica española, inaugurada en 1961. Según la Agencia Estatal de Meteorología (Aemet), la temperatura media fue 2,2 °C superior al promedio de 1981-2010, lo que favoreció que las llamas se propagasen con gran facilidad.

La campaña de 2022 fue excepcional debido a la gran extensión de los incendios y su tipología: fuegos muy agresivos desde el mismo inicio, lo que hizo que no pudieran ser extinguidos en su fase inicial. «Los dispositivos de extinción son especialmente efectivos en primera intervención», explica el estudio, pero cuando las llamas son muy intensas desde que comienzan y crecen muy rápido su control se complica.

Pese al aumento de los grandes incendios forestales, el descenso del número de siniestros, junto al aumento de la eficacia de los dispositivos de extinción, ha logrado reducir la superficie total afectada por el fuego. En los últimos diez años, la media de la superficie quemada es de poco más de 100.000 hectáreas al año, un 21 % menos que la década anterior. Casi el 70 % del total de fuegos en la última década «se apagó en fase conato, antes de que las llamas recorrieran una hectárea».

En el 80 % de estos incendios de más de 500 hectáreas, fue necesaria la labor de «protección civil, entre las que se contaron cuatro fallecidos, 90 heridos, más de 30.000 personas evacuadas de forma preventiva e importantes daños sobre infraestructuras».

Ante el peligro de estos macro incendios, la ministra Ribera aseguró en su visita al Puesto de Mando de Arafo que «no basta con pensar que las temporadas son cuatro meses, hay que trabajar todo el año» contra el fuego. Mientras WWF urge a impulsar «paisajes forestales planificados y gestionados» que sean «vivos, diversos, resilientes y resistentes» con «producción ecológica y ganadería intensiva», la Comunidad de Incendios Forestales coincide en que «si bien no queda mucho margen temporal, aún estamos a tiempo de evitar el colapso de los sistemas forestales españoles y proteger a la ciudadanía».