Quirófano

Nueve días le han bastado a Francisco para volver a su casa en el Vaticano después de haber pasado tres horas en el quirófano del Gemelli, donde fue intervenido el 7 de junio de una hernia abdominal.

Esta vez las informaciones que hemos recibido han sido más completas que en la anterior operación (julio del 2021) y el cambio se ha debido a una exigencia formulada por el cirujano Sergio Alfieri, que por segunda vez ha empleado el bisturí sobre el cuerpo del Pontífice.

En uno de sus contactos con la prensa Alfieri completó la información sobre el historial médico de su paciente: en total Bergoglio ha sufrido cuatro intervenciones quirúrgicas, dos en Argentina y dos en Roma. La primera se produjo en agosto de 1957, cuando Jorge Mario había cumplido 20 años y se le extirpó un trozo del pulmón derecho. Este dato clínico era ya conocido.

No puede decirse lo mismo de la segunda operación sufrida por Bergoglio cuando tenía cuarenta años y era provincial de los jesuitas. La llevó a cabo el doctor Juan Carlos Parodi. Se le extirpó un cálculo encastrado en el conducto cístico que exigió una incisión no precisamente pequeña en el abdomen sometido sucesivamente a una limpieza total de las adherencias intestinales. "Supe –declaró el Papa a Nelson Castro autor del libro “La salud de los papas”– que la operación había sido difícil y peligrosa y que lo que tenía era una gangrena en el colecisto que por fortuna se paró a tiempo”.

Según declaró Alfieri algunas de esas adherencias eran la causa de los dolores abdominales que sufría Francisco desde hace tiempo y que ahora han desaparecido. "El Papa está bien –dijo antes de darle el alta– mejor que antes y podrá retomar realizar sus viajes y retomar su actividad”. Efectivamente apenas regresado a Santa Marta el viernes por la tarde recibió a Anthony Metropolita de Vokololamks, Jefe del Departamento de Relaciones Exteriores del Patriarcado de Moscú portador de un saludo del Patriarca Kirill deseándole al Papa una “rápida curación”.