Motor

Un reconocido mecánico revela "las estafas más comunes" en los talleres de coches

Scotty Kilmer, veterano de 6,5 millones de seguidores en YouTube, asegura que aceites en guardapolvos, frenos prematuros y alineaciones innecesarias son los trucos más usados para inflar la factura

Un reconocido mecánico revela "las estafas más comunes" en los talleres de coches
Kilmer recuerda que la mejor defensa es una revisión preliminar al tallerLa Razón

El canal de Scotty Kilmer se ha convertido en un escaparate de la mecánica transparente. En su último vídeo, el estadounidense desgrana los engaños que más dinero cuestan a los conductores que solo buscan mantener su coche en forma.

Su primera advertencia apunta a los amortiguadores: un empleado sin escrúpulos puede rociar líquido sobre el guardapolvos y presentarlo como una fuga recién descubierta. Kilmer recomienda tocar la pieza antes de entrar al taller; si aparece aceite después de la revisión, algo huele mal.

Antes de aceptar cambiar los frenos, el mecánico propone una prueba visual: desmontar la rueda y comparar el grosor de la pastilla con una moneda. Si la pieza es más gruesa que el metal, aún queda vida útil. También sugiere frenar en autopista: si el volante no vibra y el pedal no se hunde, el sistema está en buen estado. Según Kilmer, muchos talleres adelantan el cambio porque saben que el cliente desconoce los límites reales del material.

Alineaciones que no hacen falta

La alineación es otro clásico que se vende por rutina. El youtuber insiste en un test sencillo: si el coche circula recto en superficie plana y el desgaste de los neumáticos es uniforme, no hay motivo para tocar la dirección. Incluso un leve desvío puede deberse al peralte de la calzada y no a un fallo mecánico. Solo cuando el vehículo tira hacia un lado en todo tipo de vías conviene plantearse la reparación.

Kilmer recuerda que la mejor defensa es una revisión preliminar al taller: mover la rueda a las nueve y las tres, luego a las seis y las doce, y comprobar holguras. Si no hay juego y el coche se comporta bien en baches, los amortiguadores siguen válidos. Aplicar ese mismo espíritu escéptico al resto de diagnósticos puede ahorrar cientos de euros y evita que un mantenimiento sencillo se convierta en una factura inflada.