Sociedad

Le robaron la cartera y el teléfono en una fiesta y ahora comenten estafas suplantando su identidad

Este joven se ha visto obligado a desplazarse por todo el país para asistir a juicios por estafas que no ha cometido

Las estafas mediante ingeniería social continúan aumentando, esta vez utilizando la IA.
Las estafas mediante ingeniería social continúan aumentando, esta vez utilizando la IA.UnplashUnplash

En febrero de 2022, Juan, fue víctima de un robo en Barcelona cuando salía de una discoteca, perdiendo su teléfono móvil y tarjetas. Desde entonces, los delincuentes han estado utilizando sus datos para llevar a cabo engaños en línea. Juan relata con angustia: "Suplantaron mi identidad y constantemente recibo denuncias por estafas".

El joven, de 32 años, está convencido de que fue drogado. "Me fui sobre las cuatro de la madrugada de la discoteca y el metro estaba cerrado. Me puse a caminar para esperar a que abriera el suburbano, pero durante el trayecto empecé a encontrarme fatal. Me senté en un banco por Gran Vía y ya no me acuerdo de nada más", cuenta Juan. Al intentar recuperar sus pertenencias del bolsillo, se dio cuenta de que le habían sido sustraídas.

Al día siguiente, presentó una denuncia ante los Mossos d'Escuadra, pensando que eso pondría fin al problema. Sin embargo, no fue así. "Me robaron dinero del cajero automático hasta en dos ocasiones y me hackearon todas las cuentas. Además, hicieron varias compras online en mi nombre y una de forma presencial en un centro comercial. Logré recuperar el dinero robado, pero más de un año después recibí un mensaje en el que una persona me acusaba de ser un estafador y me amenazaba con denunciarme", explica.

Los delincuentes ofrecían armas de airsoft a través de un grupo de Telegram, detallando características y precios. Si alguien mostraba interés, se ponían en contacto en privado y, para ganarse la confianza del comprador, le enviaban una foto del DNI de Juan como supuesta prueba de autenticidad. Posteriormente, se proporcionaba un enlace de PayPal para el pago del arma, que nunca llegaba.

A pesar de que los estafadores han utilizado diversos números de teléfono, correos electrónicos y cuentas a nombre de Juan, los investigadores no han encontrado una solución definitiva. Juan lamenta: "Cada vez que estoy implicado, supuestamente, en un nuevo caso intento ampliar la denuncia, pero los Mossos me dicen que no es necesario". Esto ha llevado al joven a tener que desplazarse por todo el país para asistir a juicios por estafas que no ha cometido.