
Canonización
Santos de estreno para conectar con los "millennials"
León XIV ha presidido su primera canonización, presentando como modelo de católicos a dos jóvenes italianos: Carlo Acutis y Pier Giorgio Frassati

Aforo completo en la Plaza de San Pedro. Reflejo del tirón popular de lo que acontecía. La canonización de Pier Giorgio Frassati y Carlo Acutis, dos jóvenes que la Iglesia quiere presentar como referencia para una nueva generación de católicos, frente a los habituales modelos de santidad, con algún siglo de distancia a sus espaldas y con testimonios vitales que también se alejan de "los santos de clase media" que buscaba poner en valor el fallecido Papa Francisco.
León XIV ha presidido esta mañana la eucaristía que oficializó la subida a los altares de estos dos italianos, en la que se calcula que participaron 80.000 personas, con el presidente italiano, Sergio Mattarella, al frente. Por un lado, Frassati, turinés que falleció a los 24 años en 1925 a causa de una poliomielitis fulminante, quizás contraída en una de las muchas casas de acogida que visitaba a diario, a pesar de que su padre, el fundador del diario "La Stampa", denostaba que su hijo se dedicara al "vagabundeo".
Por otro, el milanés Acutis se ha erigido como un "influencer" tras su muerte, con una devoción inusitada que le ha convertido en un fenómeno global. Fallecido en 2006 a los 15 años de una leucemia, es el primer santo "millennial" y está considerado como el patrón de internet, en tanto que utilizaba el mundo digital para evangelizar. El mismo tapiz que colgaba de la logia de las bendiciones reflejaba la facilidad para que un joven pueda identificarse con él: un muchacho con un rostro común, un polo rojo y azul, y una mochila a cuestas con una correa que incluye un bolsillo para el teléfono móvil.
Medios sencillos
Se trata de la primera ceremonia de estas características que afrontaba el Papa agustino y que, como ha sucedido con otros tantos actos de estos últimos meses, es un asunto pendiente que dejó tras de sí la muerte en abril de Francisco. Y es que, el Pontífice argentino fue quien dio vía libre a reconocer la santidad de Acutis y Frassati.
"Los santos Pier Giorgio Frassati y Carlo Acutis son una invitación para todos nosotros, sobre todo para los jóvenes, a no malgastar la vida, sino a orientarla hacia lo alto y hacer de ella una obra maestra", ha defendido el Santo Padre en su homilía al dibujar el perfil de ambos. De ellos, ha aplaudido cómo "cultivaron el amor a Dios y a los hermanos a través de medios sencillos, al alcance de todos: la Santa Misa diaria, la oración y, especialmente, la adoración eucarística".
Presentando a Dios como eje de sus vidas, el Papa Robert Prevost, ha expuesto que "esta es la fórmula, sencilla pero segura, de su santidad". "Y es también el testimonio que estamos llamados a imitar para disfrutar la vida al máximo e ir al encuentro del Señor en la fiesta del cielo", ha añadido, en una invitación a contar con ellos como referentes para vivir en clave cristiana en la actualidad. A la par, subrayó que "tenían una gran devoción por los santos y por la Virgen María, y practicaban generosamente la caridad".
En el repaso vital de los nuevos santos, el Papa también ha ahondado en cómo, "cuando los aquejó la enfermedad y esta fue deteriorando sus jóvenes vidas, ni siquiera eso los detuvo ni les impidió amar, ofrecerse a Dios, bendecirlo y pedirle por ellos y por todos".
Tanto a Acutis como a Frassati les une además que no eran sacerdotes ni frailes, que no habían fundado ninguna congregación ni lideraban como tal una iniciativa eclesial, sino que más bien eran fermento en la masa. Así lo ha querido poner de relieve el Papa, al señalar del turinés que "representa una luz para la espiritualidad laical".
Del relicario del corazón a la nieta de 95 años
Aunque fueron muchos los momentos emotivos de la ceremonia, el clímax tuvo lugar cuando se pronunció la fórmula de canonización a las diez y veinte de la mañana, que provocó un aplauso en la multitud. También destacó el instante en el que Antonia Salzano, la madre de Carlo Acutis, fue la encargada de llevar al altar de la plaza el relicario con el fragmento del corazón de su hijo. No menos significativo es que en la plaza también se encontrara Wanda Gawronska, nieta de Frassati, que hoy tiene 95 años.
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