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Estilo de vida
¿Te has propuesto más de una vez ser una persona organizada? ¿Has hecho listas, descargado apps o visto vídeos de organización que nunca aplicaste? Si es así, no estás solo. Y según la psicología, el problema no es que seas perezoso: es que estás abordando el cambio de forma equivocada.
Una regla conocida como el 1% está ganando fuerza por su enfoque sencillo y realista para lidiar con el caos cotidiano. Y lo mejor de todo: la ciencia lo respalda.
La psicóloga de la Universidad de Michigan, Stephanie Preston, lo explicó de forma muy clara en una entrevista reciente para The New York Times. La mayoría de las personas que no logran organizarse no fallan por falta de voluntad, sino porque se sienten abrumadas. "En lugar de pensar que tienes que dedicarle una hora esta semana a ordenar papeles, piensa en que te vas a convertir en una persona organizada y sentir que ya lo eres", señala Preston.
Ese tipo de metas grandilocuentes -como querer tener la casa perfecta, la bandeja de entrada vacía o una agenda impecable- nos paralizan antes de empezar. Y así, otro año más, acabamos rodeados de papeles, alertas pendientes y armarios caóticos.
La influencer de estilo de vida, Holly Blakey, conocida por su estética sencilla y funcional, resumió este enfoque en lo que bautizó como la regla del 1%: "Cuando te sientas abrumado, olvídate de la lista y haz solo una pequeña cosa que haga tu casa -y tu cabeza- un 1 % mejor".
Desde colgar una chaqueta, vaciar una taza, borrar un archivo inútil a escribir tres líneas de un email pendiente. Ese tipo de microacciones, señala Blakey, no solo limpian el entorno, también generan un cambio interno que crea impulso.
La ciencia confirma que este tipo de estrategia, basada en mini victorias, es una de las formas más efectivas de alcanzar objetivos más grandes. Dividir una meta compleja en pasos minúsculos no es solo una técnica de productividad, es una estrategia conductual validada.
Aunque Blakey aplica la regla del 1 % a su hogar, esta estrategia es igual de útil en el entorno profesional. ¿Tu escritorio digital está desbordado? ¿Tu bandeja de entrada da miedo? ¿Nunca terminas de revisar procesos en tu negocio? Intenta hacer solo una mejora concreta al día.
Lo paradójico es que, al dejar de aspirar a la perfección, te acercas más a ella. Si hoy haces que todo esté un 1 % más claro, mañana será más fácil seguir.