IA
China destroza a EE. UU. con su nueva IA: más potente que ChatGPT y completamente GRATIS
Alibaba sacude el tablero global con Qwen, su nueva aplicación de inteligencia artificial gratuita y abierta, que integra desde mapas hasta compras y desafía de frente el modelo de suscripción de Estados Unidos
El gigante asiático acaba de dar un golpe de efecto en la carrera mundial por dominar la inteligencia artificial y sigue dejando claro que quieren dominar esta lucha tecnológica, cueste lo que cueste.
La empresa Alibaba ha lanzado oficialmente Qwen, una aplicación gratuita y abierta que promete convertirse en el asistente personal definitivo.
Este nuevo asistente no busca ser solo nuestro chatbot de confianza: quiere ir mucho más allá y convertirse en una plataforma desde la que podamos acceder a todo tipo de servicios necesarios en el día a día, desde mapas hasta la compra del supermercado y todo gestionado por una IA.
La revolución gratuita que pone nervioso a Occidente
De momento, el éxito es inmediato. Desde su lanzamiento en la App Store y Google Play, Qwen acumuló descargas masivas y un tráfico tan alto que provocó retrasos en el servicio, según reportaron usuarios en Weibo.
En el mercado chino, la aplicación compite con Doubao de ByteDance y Zhipu AI, pero su carácter gratuito y de código abierto le da una ventaja que sus rivales difícilmente podrán igualar.
Mientras en Estados Unidos se insiste en el modelo de suscripción, pagar por acceder a ChatGPT, Claude o Gemini, Alibaba ofrece su alternativa sin coste alguno, dejando claro que no quiere vender la inteligencia artificial como un privilegio para unos pocos, sino como una herramienta que pueda ayudar a todo el mundo, al igual que ocurrió con internet en su momento.
La irrupción de esta nueva forma de inteligencia artificial está generando un “pánico total” en los otros grandes desarrolladores de esta tecnología, ya que China está regalando lo que Occidente vende caro.
La gran incógnita es si esta estrategia es sostenible y rentable a largo plazo. Porque, pensándolo bien, ofrecer una IA gratuita requiere enormes reservas de capital y la capacidad de monetizar los datos de los usuarios.
Claro que hablamos de Alibaba, un gigante con músculo financiero y un ecosistema que le permite jugar esta partida sin despeinarse.
No es el caso, por ejemplo, de las startups, que tienen que competir contra un titán que regala lo que ellas apenas pueden cobrar a sus usuarios, una pelea que es prácticamente una misión imposible.
En definitiva, esta lucha constante entre países debería verse como un recordatorio de que la inteligencia artificial no es neutral, sino un campo de batalla donde se decide día a día quién controla el futuro digital.