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Anatomía de Grey

Cómo acabó la temporada 21 de 'Anatomía de Grey' ahora que la 22 se estrena en unos días

El Grey Sloan Memorial y sus residentes vivieron uno de los momentos más difíciles de toda la serie al acabar la temporada 21

Meredith volverá a tener protagonismo en los nuevos capítulos Propia

La temporada número 22 de la serie sobre médicos más longeva de la televisión, Anatomía de Grey, lleva tiempo pudiéndose disfrutar en Estados Unidos, pero para poder verla en España y como ha ocurrido con el resto, hemos tenido que esperar unos cuantos meses, más de los que habríamos considerado como ideales.

Pero ya está aquí, o ya casi, porque Anatomía de Greyregresa a Disney+ en tan solo unos días, tan pronto como el jueves 27 de noviembre de este mismo año.

Unos nuevos episodios que viene precedidos de una temporada 21 no exenta de fuertes emociones, como viene siendo habitual, con un final que nos dejó con un cliffhanger que hará que nos lancemos como posesos a ver uno de los comienzos más movidos que se recuerdan en el Grey Sloan Memorial.

Una amenaza de bomba

Comienzan los spoilers. La recta final de la temporada llevó al hospital a una de sus situaciones más extremas: un secuestro en el quirófano 2. La responsable fue Jenna Gatlin, madre desesperada ante la parálisis de su hija Dylan, que irrumpió en la sala con un mechero y un tanque de acetileno que aseguraba estar lleno, exigiendo que Amelia operase a la niña de inmediato.

A partir de ahí, la tensión se disparó. Amelia y Lucas se vieron obligados a intervenir a Dylan sin su equipo completo, sin mapa cerebral y bajo la amenaza constante de una posible explosión.

Una vida en juego

Mientras tanto, Meredith regresaba a Seattle para vender sus acciones del hospital a Catherine y conseguir financiación para su investigación sobre el Alzheimer. Su presencia fue determinante: tras revisar los análisis de Dylan, descubrió que la niña no sobreviviría sin plasma fresco.

Meredith consiguió entrar en quirófano, calmó a Jenna lo suficiente y permitió a Amelia y Lucas estabilizar la hemorragia de la pequeña. La operación tuvo éxito, pero el desenlace fue trágico: la policía arrestó a Jenna, que confesó que el tanque estaba vacío. Sin embargo, ese detalle pronto revelaría otro problema mucho mayor.

Decisiones personales

Ya fuera del quirófano, el día dejó también decisiones personales importantes. Meredith pactó volver al hospital cada verano como cirujana general. Lucas confesó a Simone que la quería, sin saber que ella se había liado con otro chico que, por si fuera poco, resultó ser uno de los nuevos becarios y Teddy tomó una decisión dolorosa: terminar su relación con Owen tras darse cuenta de que había vivido demasiado tiempo aferrada a lo imposible.

Y una explosión demasiado real

Pero nada fue tan impactante como la revelación final. El marido de Jenna aseguró que el tanque sí llevaba gas cuando desapareció de su camión. La única explicación: lo liberó sin darse cuenta. Es decir, todo ese acetileno había inundado el quirófano.

Mientras el hospital volvía a la actividad normal, Lucas corrió a avisar a Webber. Sin embargo, ya era tarde. Link, operando en otra sala, pidió un bisturí eléctrico. Meredith, desde el exterior, fue testigo del desastre: una enorme explosión sacudió el edificio, poniendo en riesgo a buena parte del personal que seguía en la planta quirúrgica.