Renovada

"Anatomía de Grey" va a por la 22ª vida, ABC firma otra temporada

La serie médica más longeva de la TV regresa con nuevos episodios tras una temporada marcada por ausencias, recortes y un cambio en las reglas del juego

"Anatomía de Grey" va a por la 22ª vida, ABC firma otra temporada
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Lejos de estar cerca del bisturí final, “Anatomía de Grey” sigue viva, respirando a pleno pulmón en la parrilla de ABC. La cadena ha confirmado que la ficción médica más longeva de la televisión regresará con una vigesimosegunda temporada, demostrando que hay dramas que, por mucho que pierdan a sus protagonistas, siguen latiendo con fuerza. Serán 18 episodios nuevos los que compondrán esta nueva entrega, la misma cantidad que en la temporada 21, un número que parece haberse estabilizado tras las turbulencias de años recientes.

Lo cierto es que el camino hasta aquí no ha sido lineal. Si bien esta renovación ha llegado sin cirugías de urgencia ni negociaciones de infarto, la temporada anterior sí necesitó vendajes, anestesia local y algún que otro corte presupuestario que se notó especialmente en pantalla. Jake Borelli, por ejemplo, fue uno de los que cayó de la camilla cuando ABC apretó el cinturón. Midori Francis también se despidió. En cambio, Jason George volvió al redil tras el cierre de “Estación 19”, y Trevor Jackson (sí, el de “Grown-ish”) hizo una aparición tan prometedora que se perfila como nuevo habitual en la temporada 22.

La doctora Meredith Grey —o mejor dicho, Ellen Pompeo— también regresa, aunque como ya es costumbre desde hace algunas entregas, lo hace de manera contenida. Narrará, producirá y aparecerá lo justo, como si el quirófano ya no fuese su hábitat natural, pero sin perder del todo la bata. Desde que diversificó su agenda profesional, su personaje ha tenido más descansos que un residente en prácticas. Y sin embargo, ahí sigue: omnipresente aunque menos visible, como el alma de un hospital al que ya no va a consulta, pero que sigue figurando en la nómina.

Esta renovación, más que un simple trámite, es una reafirmación. Porque aunque “Anatomía de Grey” ya no sea el fenómeno global que fue en su primera década, sigue teniendo un pulso firme. Y ABC lo sabe. Se mantiene como la serie de prime time con más temporadas emitidas en su categoría, una joya longeva que, a estas alturas, juega en su propia liga.

Lo llamativo, además, es que esta nueva tanda llega sin los dramas de vestuario de otras veces. La temporada pasada fue una suerte de experimento quirúrgico: menos episodios, menos escenas compartidas entre personajes principales, y muchos espectadores preguntándose si la historia podía seguir adelante con un elenco a medio gas. Ahora, con los contratos renovados de antemano, el equipo volverá al completo, y eso incluye ese estilo de hospital donde los besos se dan entre bisturís, los soliloquios se hacen en voz en off y cada pasillo es una metáfora de la vida.

El regreso también pone fin a muchas dudas sobre la permanencia del proyecto. Tras más de 400 episodios, múltiples spin-offs, muertes memorables y un sinfín de traumas emocionales, lo lógico habría sido intuir que su final estaba cerca. Pero si algo ha demostrado “Anatomía de Grey” es que no hay diagnóstico terminal cuando todavía hay casos clínicos por resolver y vidas sentimentales por complicar.

En paralelo, la cadena también ha renovado otros títulos como “The Rookie”, “Will Trent”, “Shifting Gears” o la incombustible “9-1-1”, lo que deja claro que el drama todavía tiene hueco en una televisión que coquetea cada vez más con la comedia y los realities.

Y así, sin bombo pero con bisturí en mano, “Anatomía de Grey” se prepara para entrar de nuevo en quirófano. Porque puede que haya cambiado de médicos, pero sigue operando con el mismo corazón.