Musgo
Confirmado por científicos: consiguen mantener a este ser con vida en el espacio durante 9 meses
Las esporas de musgo sobrevivieron nueve meses fuera de la Estación Espacial Internacional, desafiando radiación y temperaturas extremas

En un entorno donde la mayoría de los organismos vivos apenas podrían resistir unos segundos, un pequeño ser verde ha demostrado lo contrario.
El musgo, esa planta que estamos cansados de ver y que crece en rincones húmedos de la Tierra, ha sobrevivido nueve meses en el espacio exterior, expuesto a radiación ultravioleta, temperaturas extremas y un vacío absoluto.
Un experimento que nadie esperaba
Cuando se lanzó el experimento, los investigadores no contaban con grandes esperanzas. Imaginaban que las esporas quedarían destruidas tras semejante viaje. Pero cuando el experimento regresó, sucedió algo que nadie imaginaba: más del 80 % regresaron vivas y con capacidad reproductiva.
¿Pero cómo es posible en tales condiciones? Pues esto tiene una explicación mucho más sencilla de lo que se espera: su cubierta protectora actuó como un escudo natural, revelando una resistencia que ni los propios científicos imaginaban.
Es verdad que los musgos ya habían demostrado su capacidad para prosperar en lugares inhóspitos de la Tierra: desde lo más alto del Himalaya hasta el abrasador Valle de la Muerte, pasando por la tundra antártica.
Ahora bien, sobrevivir en la Estación Espacial Internacional son palabras mayores, y es que se convierten en la primera planta terrestre primitiva documentada capaz de soportar una exposición prolongada al espacio.
“Nos asombró realmente la extraordinaria resistencia de estas diminutas células vegetales”, confesó Tomomichi Fujita, de la Universidad de Hokkaido.
Lo que parecía un experimento casi imposible terminó siendo una prueba contundente de que la vida que evolucionó en la Tierra guarda en su interior mecanismos ocultos para soportar condiciones extremas.
Este hallazgo abre la puerta, aunque suene a película, a imaginar algo así como una agricultura extraterrestre, con plantas capaces de crecer en suelos hostiles más allá de nuestro planeta.
Los cálculos sugieren que estas esporas podrían sobrevivir hasta 15 años en condiciones espaciales similares, lo que multiplica las posibilidades de los proyectos del futuro.
En tiempos en que la exploración espacial busca asentamientos más allá de la Tierra, este pequeño musgo nos recuerda que la vida puede ser mucho más resistente de lo que pensamos.
Y que, quizás, el futuro de la supervivencia humana en otros mundos dependa de la resiliencia silenciosa de seres tan comunes y que pasan tan desapercibidos como el musgo.