
Energías limpias
La gigantesca estación solar flotante de Corea del Sur rompe todos los récord
El país asiático acaba de inaugurar algo más que una planta solar ,con la puesta en marcha de un proyecto flotante que combina tecnología, diseño y participación ciudadana busca ponerse en las primeras líneas de la transición energética

A medida que los países buscan reducir su dependencia de los combustibles fósiles y cumplir los compromisos climáticos internacionales, la generación de energías renovables se ha convertido en un punto estratégico a nivel económico y medioambiental. Por esto, la iauguración de la planta solar flotante de Imha se responde únicamente a una urgencia climática: sino que representa una vía directa al crecimiento económico.
Esta infraestructura no estará compuesta por agua únicamente, también contará con un enorme "jardín" solar flotando sobre su superficie y se está conviertiendo desde ya en el nuevo gran orgullo energético de Corea del sur, y que está siendo celebrada como uno de los proyectos más ambiciosos de Asia, junto a otras propuestas del estilo en el continente. La planta fotovoltaica de 47 MW no es solo una construcción grande, sino un símbolo claro de hacia dónde avanza el país en su apuesta por las energías limpias.
El proyecto costó alrededor de 50 millones de dólares y fue posible gracias a la colaboración entre Korea Hydro & Niclear Power, Korea Water Resources Corporation, la provincia de Gyeongsangbuk-do y la ciudad de Andong. Además, Top Solar fue la encargada de reunir todas las piezas como contratista principal, dando lugar a un verdadero trabajo en equipo.
Su funcionamiento, durante el día, depende de los paneles solares que envían electricidad directamente a la red mientras que, durante la noche, la central hidroeléctrica toma el relevo conviertiéndose en un sistema híbrido que asegura energía constante.
No es solo paisaje energético, sino un cambio en comunidad
La planta solar flotante de Imha también está cambiando la vida de quienes viven alrededor. De hecho, uno de los aspectos más llamativos del proyecto es su modelo de participación comunitaria, que permite que unos 4.500 vecinos, residentes a menos de un kilómetro de la instalación, reciban parte de los beneficios económicos generados por la producción de energía.
Por esto, además, está claro que este enfoque busca algo esencial dentro de cualquier transición energética: que la población local sienta que forma parte del cambio y que el desarrollo tecnológico sí trae oportunidades reales, pues al redistribuir ingresos y reforzar la economía regional, el proyecto se convierte en una referencia para otros países que quieran apostar por modelos inclusivos y sostenibles.
Según la publicación de Interesting Engineering, Corea del Sur avanza con gran rapidez en la transición energética; solo en 2023 añadió 2,5 GW de nueva capacidad solar, lo que le permitió alcanzar los 29,5 GW ya instalados.
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