Dinero

Las estafas más antiguas de la historia en las que la gente aún sigue cayendo

A pesar de sus años, estos fraudes se han perfeccionado y adaptado a las nuevas realidades

Estafa móvil
Estafa móvilPixabayArchivo

Es curioso porque, aunque han pasado años, aún perviven muchas de las estafas que acabaron con los ahorros de miles de personas. De hecho, el primer fraude documentado tuvo lugar en el año 300 a. C. La única diferencia es que, hoy, éstas han evolucionado hasta adaptarse a los requerimientos que la sociedad actual demanda: internet, redes sociales, transacciones digitales, inmediatez...

Por ello, lo más importante es conocerlas para intentar evitarlas por todos los medios. Si conoces sus principales características, no caerás en ellas... por mucho que tengan tantos años de experiencia.

Las hipotecas

Comprarse una casa suele estar entre los planes de muchas personas. Y los estafadores lo saben. De ahí sus continuas intentonas por embaucar a sus víctimas: mandan cartas de aspecto oficial para hacerse pasar por auténticas entidades bancarias. El objetivo es presionarles para que saquen su dinero de sus cuentas corrientes y destinarlos a supuestos gastos del nuevo hogar.

El tarot

Es un clásico. Las artes adivinatorias del tarot siempre han sido objetivo de numerosos delincuentes: hacerse pasar por un experto en este materia no es nada complicado, pues sus imágenes y símbolos pueden ser interpretados desde muy diferentes prismas. Uno de los más extendidos es el timo del cliente maldito: le aseguran que tiene un mal sobre él y que la única forma de romperlo es pagando. Dinero que, por supuesto, acaba en manos del estafador.

La lotería

Nos encanta jugar a la lotería. La idea de vivir el resto de nuestros días con total tranquilidad económica es algo muy goloso para la mayoría. Por ello, precisamente, este juego se ha convertido en un foco de robos y malentendidos. Sobre todo, si tiene que ver con los décimos de la lotería de Navidad. En este caso, resulta habitual recibir algún mensaje felicitándote por un premio en el que ni siquiera participaste. Hay que tener cuidado porque lo más seguro es que se trate de un fraude: lo más normales es que, tras pinchar en sus enlaces, mantengan que tienes que pagar un cargo e impuestos para cobrar la cantidad. Es en ese momento cuando te pedirán el número de la tarjeta de crédito. Si lo haces, habrán ganado ellos.

El juego de las tres cartas

De 1830, se hizo muy popular en cruceros y ferrocarriles. Consiste en seguir con la mirada la posición de una carta determinada e identificarla lo más rápido posible. Así de sencillo. Aunque tiene trampa: normalmente hay varias personas compinchadas para que el jugador nunca acierte. A día de hoy, el reto se ha trasladado a internet, con los riesgos que eso implica.

La oferta de trabajo

Buscar trabajo es costoso. Implica horas de dedicación y demasiadas decepciones. Por ello, lo mejor siempre es no dejarse llevar por la desesperación y medir cada uno de nuestros pasos. Existen personas dedicadas a robar el dinero de los candidatos a través de esta vía: anuncia un empleo, contactan con el usuario y le dicen que, para seguir en el proceso, debe abonar el coste de los informes de antecedentes no penales o de su capacitación. Ni más ni menos. A ello, hay que sumar otro sinfín de ofertas en las que, previo pago o ingreso de la cuenta corriente, prometen cargos inexistentes.