Así puedes recargar tu smartphone con leña

Después del apagón que experimentó toda España, las estrategias para recargar móviles y pequeños dispositivos se han vuelto cada vez más creativas. Pero hay una que podría ser la más independiente de todas ellas. Se llama CampStove y, al igual que un panel solar con el sol, CampStove permite cargar dispositivos, pero con fuego.

Mediante un generador termoeléctrico interno, esta suerte de “campingas 2.0” convierte el calor en electricidad utilizable y así alimentar un ventilador interno para una combustión ultraeficiente. El excedente se almacena en la batería interna de 3.200 mAH para que puedas acceder a la energía cuando la necesites.

En total, la estufa pesa 950 g, bastante pesada para una excursión al campo, pero muy adecuada para salir de una emergencia en casa. Sobre todo, si tenemos leña o pellets. Eso hace que sea una fuente de energía casi infinita e independiente de circuitos eléctricos o gasolina.

Obviamente, es mejor contar con baterías externas, pero estas, tras dos o tres ciclos de carga, se agotan. En cambio, la CampStove puede seguir funcionando siempre que le suministremos algo de leña. La desventaja es que no es muy rápida en lo que a carga respecta: se necesitan casi dos horas quemando leña para cargar un smartphone Android vacío al 50 %.

La ventaja es que, teniendo en cuenta su tamaño, tampoco se necesita tanta leña para cargar la batería y, al mismo tiempo, puedes cocinar algo, lo que hace que sea mucho más versátil que otros dispositivos. De hecho, le toma menos de cinco minutos hervir un litro de agua. A esto hay que sumarle que la batería también puede utilizarse como linterna de 100 lumens.

Su precio es de 180 euros, un poco cara si tenemos en cuenta que una estación de energía portátil puede tener un precio similar y mayor capacidad de carga. Eso sí, volvemos a la principal ventaja de la CamStove, completamente independiente.