Inteligencia Artificial

Este chip, fabricado por IBM y DARPA, tiene el potencial de cambiar la IA. Para siempre

Su mayor ventaja reside en que no precisa de procesamiento en internet o en la Nube para realizar los cálculos.

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Microchip NorthPole de IBM, un intento de vencer el monopolio chino en IAIBMIBM

Los constantes avances en inteligencia artificial, van de la mano con la creciente guerra de microchips que se está produciendo entre China y Estados Unidos. Y ahora estos últimos han dado un salto enorme. Se trata de un prototipo de microchip desarrollado por IBM con la capacidad de allanar el camino para un mundo de dispositivos mucho más inteligentes que no dependan de la Nube o de Internet para su procesamiento. Eso podría ayudar a los soldados que operan drones, robots terrestres o equipos de realidad aumentada contra adversarios que pueden atacar las emisiones electrónicas.

El nuevo chip, inspirado en el cerebro humano y descrito en un artículo publicado en Science, también allana el camino para un tipo diferente de IA, uno que no dependa de grandes empresas de datos y de nube como Amazon o Google. A diferencia de los chips tradicionales que separan la memoria de los circuitos de procesamiento, el chip NorthPole (tal es su nombre) combina los dos, como sinapsis en el cerebro que contienen y procesan información basándose en su conexión con otras neuronas.

¿Por qué es esto importante y qué tiene que ver con el futuro? Los ordenadores tienen al menos dos características que limitan el desarrollo de la IA. Primero, necesitan mucha potencia. Nuestro cerebro funciona con solo 12 vatios, suficiente para retener y recuperar la información que necesita para mantener una conversación detallada y al mismo tiempo absorber, interpretar correctamente y tomar decisiones para, por ejemplo, conducir un automóvil. Por su parte, un ordenador precisa 175 vatios solo para procesar los unos y los ceros de una hoja de Excel. Esta es una de las razones por las que la visión por ordenador en automóviles y drones es tan difícil, un factor limitante enorme para la autonomía. Esta ineficiencia energética es uno de los motivos por las que muchas de las herramientas de inteligencia artificial actuales dependen de enormes centros de datos que consumen suficiente energía para abastecer a una pequeña ciudad.

El segundo problema es que estamos alcanzando el límite atómico de cuántos transistores podemos colocar en un chip. Desde sus inicios, los ordenadores se han vuelto más potentes y, al mismo tiempo, más pequeños gracias a la Ley de Moore (en honor al científico Gordon Moore). Esta ley dice que la cantidad de transistores en un circuito integrado se duplica cada 18 meses. Esta ley se lleva cumpliendo sistemáticamente desde los años 1970. Pero las leyes de la termodinámica prevalecen sobre la Ley de Moore, por lo que existe un límite estricto para la cantidad de transistores que se pueden colocar en un circuito integrado. Y el límite los alcanzaremos a finales de esta década.

El prototipo del chip NorthPole puede ayudar a resolver ambos problemas. “Lo que realmente nos propusimos hacer es optimizar cada julio de energía, cada coste de un transistor y cada oportunidad para un solo ciclo de procesamiento. Así hemos optimizado en estas tres dimensiones: energía, espacio y tiempo”, dijo en una entrevista Dharmendra S. Modha, miembro senior de IBM y uno de los autores del estudio.

El equipo de Modha llama al nuevo microchip una "arquitectura de inferencia neuronal que desdibuja este límite al eliminar la memoria fuera del chip, entrelazando la computación con la memoria en el chip y apareciendo externamente como una memoria activa". ¿Qué quiere decir exactamente esto? Básicamente que si conectamos muchos de estos microchips, todo el procesamiento en la nube que utiliza una IA como ChatGPT, (léase un enorme edificio de servidores) ahora entra en una habitación pequeña. A eso hay que sumarle que también se reduce el tamaño de los microchips en drones y robots.

IBM ha estado trabajando en este tipo de chips neuromórficos durante más de diez años, con financiación del programa SyNAPSE de DARPA. Y esto se debe a que los microchips más inteligentes e independientes de la red mejorarían enormemente la capacidad de diversos sistemas militares (drones, robots terrestres, auriculares para soldados) para percibir e interpretar el mundo que los rodea. Podrían ayudar a incorporar una variedad más amplia de datos, incluidos audio, ópticos, infrarrojos, sonar y LiDAR; y permitir la creación de nuevos tipos de sensores, como el “radar de impulso de micropotencia”, señaló Maynard Holliday, subsecretario de defensa para tecnologías críticas del departamento de Defensa de Estados Unidos.

El NorthPole puede incluso permitir a los militares hacer más con menos chips y no depender de otros países… léase China, una preocupación creciente a medida que más y más funcionarios advierten sobre una posible invasión china de Taiwán, uno de los principales proveedores de microprocesadores avanzados para teléfonos, automóviles, etc. Según Holliday, NorthPole ya rivaliza con los chips más avanzados de Asia y se espera que las versiones futuras sean aún más eficientes. Si tenemos en cuenta que los móviles cuentan con microchips de 3 nanómetros y North Pole tiene 14 nanómetros, el potencial de mejora es enorme.