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Descubrimiento histórico en la Luna: China encuentra moléculas de agua en muestras traídas por la sonda Chang'e 5

Hasta ahora se habían encontrado indicios, pero es la primera vez que se encuentra agua en su forma molecular

Vista general del lugar de alunizaje de Chang'e 5
Vista general del lugar de alunizaje de Chang'e 5.Sinc

Todos los planes de exploración espacial y asentamientos en planetas pasan por solucionar el problema de la falta de recursos básicos y cómo obtenerlos sin necesidad de transportarlos. Ahora, tras años de conjeturas y de recopilación de indicios, China ha realizado un descubrimiento histórico en cuanto a los recursos naturales disponibles en la Luna. Entre las muestras de rocas recogidas por la sonda Chang'e 5 en 2020 y traídas de regreso a la Tierra, sus científicos han encontrado moléculas de agua, según un estudio publicado en Nature. Estos minerales, descritos como ‘cristal transparente prismático en forma de placa’ y bautizados como ULM-1, podrían proporcionar una fuente de agua para una base lunar, además de ofrecer nuevas pistas sobre la historia de la Luna.

Durante mucho tiempo se pensó que la Luna estaba completamente seca, pero en las últimas décadas se han encontrado señales de pequeñas cantidades de agua enterradas bajo la superficie. En 2008, investigadores afirmaron haber encontrado agua en esferas de vidrio volcánico en muestras de roca lunar recogidas por las misiones Apolo. Sin embargo, lo que ese estudio y otros posteriores habían detectado era hidroxilo —oxígeno e hidrógeno unidos— en lugar de moléculas de H2O. Para extraer agua de estas rocas, tendrían que ser calentadas a alrededor de 1.000 °C.

Xiaolong Chen, de la Academia China de Ciencias en Beijing, y su equipo han analizado alrededor de 1.000 granos de suelo lunar del tamaño de un micrómetro traídos por la Chang'e 5. Utilizando difracción de rayos X, encontraron un mineral compuesto en alrededor del 40 por ciento por H2O, junto con amoníaco, magnesio y cloro. 'Esta es una nueva forma de agua almacenada en la Luna', afirma Chen.

El cristal ULM-1 está compuesto de aproximadamente un 41 % de agua cuyas moléculas se mantienen estables, a pesar de los cambios bruscos de temperatura en la Luna, por el amoníaco, según el estudio. Este tipo de agua podría ser un potencial 'recurso para la habitación lunar', afirman los científicos.

Su estructura química es notablemente similar a la de un mineral llamado novograblenovita que fue descubierto por geólogos cerca de un volcán ruso en 2019. Este se formó a partir de gases calientes emitidos por el volcán que afectaron a roca basáltica y un proceso similar podría haber creado el mineral lunar también, afirma Chen. Esto también significa que se puede inferir que gases que contenían amoníaco o cloro podrían haber estado presentes en los primeros volcanes lunares.

Aunque la cantidad de este mineral en el suelo lunar es pequeña, sería mucho más fácil extraer agua de este que de otras fuentes potenciales en la Luna, asegura Shifeng Jin, miembro del equipo en la Academia China de Ciencias. Debido a que el nuevo material que los investigadores han encontrado contiene moléculas completas de agua, solo necesitaría ser calentado a alrededor de 100 °C. Si el mineral se puede encontrar en cantidades significativas cerca de un antiguo volcán lunar, podría ser una buena fuente de agua para futuros astronautas, señala Jin.

La hipótesis más aceptada sobre cómo se formó la Luna es que es el producto de una colisión entre la Tierra y otro planeta. Cuando esto ocurrió, la Luna debería haber perdido la mayoría de su material volátil, como el oxígeno necesario para el agua, asegura Sara Russell del Museo de Historia Natural en Londres. Debido a esto, muchos científicos piensan que la Luna adquirió la mayor parte de su agua a partir de impactos de asteroides.

Pero si más suelo lunar resulta rico en componentes como el amoníaco y el cloro, como las muestras del Chang'e 5, entonces podría implicar que los asteroides no suministraron el agua de la Luna y que esta, en cambio, provino del propio satélite. Según Russell, esto representaría un gran cambio en la comprensión de la historia lunar, pero se necesita más evidencia para establecerlo.