Ciencia y Tecnología

La inteligencia artificial aprende a coger atajos

Consiguen que salga de un laberinto antes que un humano usando sus mismas estrategias

El agente de inteligencia artificial aprendió a coger atajos/Nature
El agente de inteligencia artificial aprendió a coger atajos/Naturelarazon

Es artificial y, desde luego, inteligente. Cada vez más. Después de haber comprobado, por ejemplo, que la IA es capaz de derrotar sin misericordia al ser humano en uno de los juegos «de pensar» más complejos, el Go, ahora un grupo de científicos ha demostrado que, si se lo propone, la Inteligencia Artificial está preparada también para salir antes que un humano o un mamífero de un laberinto. Y, además , utilizando sus mismas armas, según .

Como destacan los autores de un artículo publicado en Nature, la navegación y el sentido de la orientación eran hasta ahora «un desafío sustancial para los agentes artificiales, con redes neuronales profundas entrenadas por aprendizaje de refuerzo que no logran rivalizar con el dominio del comportamiento espacial de los mamíferos».

El nuevo experimento ha permitido demostrar que con un adecuado diseño la IA puede solventar también esta dificultad. Para ello, un equipo de científicos de diversos institutos de investigación de Londres, liderado por Andrea Banino, Dharshan Kumaran y Caswell Barry, diseñó un «agente de Inteligencia Artificial» con la habilidad para desplazarse por un laberinto, pero asegurándose de que tenía las mismas capacidades que un mamífero para que el reto fuese justo.

Este agente tenía que desplazarse desde un punto «A» hasta uno «B». Se le permitieron unos instantes para familiarizarse con la red de pasillos y se le lanzó a buscar una salida. Consiguió encontrar los atajos más eficaces para completar el recorrido en menos tiempo del que lo había hecho un humano.

Los investigadores dotaron a la Inteligencia Artificial del mismo sentido del espacio que poseen las personas, basado en las llamadas «células cuadrícula» que permiten al cerebro orientarse en el espacio. Gracias a ella, esta invención del ser humano se parece cada vez más al ser humano.