Momo, el último y aterrador mensaje viral

No puede ser más feo y más inquietante. Y, también, más popular. Se llama Momo y es el nuevo fenómeno viral, heredero de la peligrosa “ballena azul”, que ha alarmado a los expertos. Aparentemente es inofensivo, pero detrás de él se esconden una serie de amenazas, especialmente para los más pequeños. Y también unas cuantas enseñanzas.

Momo es el supuesto contacto, con prefijo de Japón, que comenzó a popularizarse en Facebook y que ahora hace fortuna pasando de grupo en grupo por WhatsApp. Incita a contactar con él, preferiblemente en horario de madrugada, con la promesa de ser capaz de adivinar cuestiones personales del internauta gracias a sus poderes paranormales.

Sin embargo, tal y como alertan en el Instituto Nacional de Ciberseguridad (INCIBE), se ha convertido en la puerta de entrada para delitos en internet y puede causar daños colaterales en algunos usuarios.

Para empezar, el origen. Como suele ser habitual en estos casos, no está del todo claro dónde surge, aunque los expertos creen que la imagen apareció en una red social, posiblemente en Asia, en la que se invitaba a contactar con él para neutralizar la maldición que suponía haber visto, de forma accidental, tan macabro rostro. Es decir, algo así como un antídoto proporcionado por quien proporciona el veneno.

El boca a boca y los rumores hicieron el resto, en este caso divulgando la teoría de que al enviarle un mensaje a Momo éste respondía revelando inquietante información privada y personal del internauta.

La guinda la pusieron algunos youtubers y medios de comunicación, que contribuyeron a crear expectación sobre este nuevo reto viral.

A diferencia de otros fenómenos de internet en los que se esconden estafas económicas, en este caso los daños se ciñen en principio al campo emocional, pero son preocupantes en un público infantil que no tiene la capacidad de discernir entre los que es tan solo una broma macabra y lo que es una amenaza real.

Entre estos perjuicios, los expertos del INCIBE citan posibles casos de ansiedad, depresión o insomnio, aunque también el peligro de que en esta interacción con Momo se proporcionen datos personales que pueden derivar en extorsiones o bullying.

Respecto a los motivos por los que se creó Momo, en un principio pueden ser la simple diversión, aunque cuando este tipo de retos triunfan suelen aparecer “arribistas” que aprovechan su popularidad para lucrarse, sembrar el miedo o hacer apología de determinadas creencias.

La aparición de este tipo de casos puede ser una buena oportunidad para desarrollar la capacidad crítica de los niños. “Como padres, es importante que ayudemos a nuestros hijos a contrastar la información antes de interiorizarla. Este falso juego viral puede ser una buena oportunidad para hacerles recapacitar sobre los bulos que circulan por Internet”, recomiendan en el Incibe a través de la web educativa Internet Segura For Kids.

Entre otros consejos, además, está el de hacer periódicas supervisiones de la actividad en internet de los más pequeños, la activación del control parental o la siempre útil insistencia en no agregar a WhatsApp números de desconocidos.

“Agregar a WhatsApp números que nos encontramos en Internet sin tener la certeza de saber quién está detrás sitúa al menor en una posición de riesgo -recuerdan-. En el caso de haber cometido la imprudencia, si la otra persona nos está increpando, podremos bloquear al usuario y reportar a la plataforma lo ocurrido”.

Y, por supuesto, informar a las autoridades de la aparición de amenazas de este tipo. Siempre es mejor que enterarse por los medios de comunicación...