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La NASA confirma que la nave espacial Starliner volverá a la Estación Espacial Internacional, pero sin tripulación

Los astronautas del primer vuelo tripulado de la nave espacial de Boeing tuvieron numerosos problemas y la NASA eligió que regresaran de la EEI en una Crew Dragon de SpaceX

Starliner en su maniobra de acercamiento a la Estación Espacial Internacional.
Starliner en su maniobra de acercamiento a la Estación Espacial Internacional. NASA.

La NASA ha puesto fin este lunes a meses de incertidumbre sobre el próximo vuelo de la Starliner de Boeing al confirmar que la nave viajará únicamente con carga hacia la Estación Espacial Internacional. Starliner debía realizar su vuelo de certificación a la EEI en junio, pero un gran número de problemas hizo desaconsejable utilizarla para el regreso a la Tierra de los dos astronautas que viajaron en ella. Aunque el plan original era una permanencia de 8 días, tuvieron que esperar más de 9 meses hasta poder volver de forma segura en una cápsula Crew Dragon de SpaceX.

Según la NASA, el nuevo objetivo es lanzar la misión no tripulada Starliner-1 a partir de abril de 2026. Para cumplir el calendario, será necesario completar un exigente proceso de pruebas, certificación y preparación previa al vuelo.

Steve Stich, responsable del Programa de Tripulación Comercial de la NASA, ha señalado en un comunicado que ambas partes continúan sometiendo el sistema de propulsión de la Starliner a pruebas exhaustivas con vistas a dos posibles misiones el próximo año.

La NASA también ha explicado que ha renegociado el contrato original con Boeing para Starliner, firmado en 2014, que contemplaba seis vuelos tripulados a la estación tras la certificación de la nave. Ahora el plan es volar la Starliner-1 con carga y luego hasta tres misiones tripuladas antes de la retirada de la estación espacial.

'Esta modificación permite a la NASA y Boeing centrarse en certificar el sistema con seguridad en 2026, ejecutar la primera rotación de tripulación de la Starliner cuando esté listo y ajustar nuestra planificación de vuelos futuros según las necesidades operativas de la estación hasta 2030', afirma Stich.

Una cápsula plagada de problemas

El primer vuelo de la Starliner, realizado en diciembre de 2019 sin tripulación, tuvo que interrumpirse tras detectarse fallos de software. La nave estuvo cerca de perderse tanto poco después del lanzamiento como en la fase previa a la reentrada y no consiguió llevar a cabo el acoplamiento previsto con la estación espacial.

La segunda misión se llevó a cabo en mayo de 2022 y también despegó sin astronautas debido a los problemas registrados en el vuelo anterior. En esta ocasión, la nave logró llegar a la estación, aunque volvió a presentar incidencias en algunos de sus propulsores.

La NASA dedicó más de dos años a probar la Starliner en tierra antes de su primer vuelo tripulado en 2024, con los astronautas de la NASA Butch Wilmore y Suni Williams. Durante la aproximación a la estación, la nave experimentó graves problemas con los propulsores.

Tal y como relataron los astronautas tras su regreso en la Crew Dragon, durante la aproximación para acoplarse a la EEI perdieron cuatro de los 28 propulsores de maniobra, obligando a Wilmore a tomar control manual mientras el vehículo se volvía cada vez más difícil de pilotar. En un momento dado, llegaron a perder la capacidad de mover la nave en la dirección deseada.

La situación era tan precaria que ambos creyeron que podría no ser seguro regresar a la Tierra, lo que hizo que el acoplamiento con la estación se convirtiera en la opción más viable pese a contradecir las reglas de la misión, que exigían el retorno en esas circunstancias. Durante la fase crítica de acoplamiento, el Control de Misión tuvo que saltarse las reglas de seguridad y reiniciar de emergencia los propulsores mientras Wilmore pilotaba el vehículo espacial.

La Starliner logró acoplarse, pero tras deliberarlo, la NASA informó a Boeing de que el vehículo regresaría a la Tierra sin tripulación.

Desde entonces, parecía probable que Boeing tuviera que volar una misión no tripulada para demostrar la seguridad del sistema de propulsión de Starliner, algo que se ha confirmado este lunes.