Espacio

La NASA rescatará el telescopio Swift, en órbita degradada, con un cohete lanzado desde un avión

Un vehículo robótico privado capturará el observatorio y elevará su órbita en una operación inédita para salvarlo de una reentrada catastrófica

Recreación del telescopio Neil Gehrels Swift.
Recreación del telescopio Neil Gehrels Swift.NASA / Gemini.

El telescopio espacial de la NASA Neil Gehrels Swift, lanzado en 2004 y dedicado al estudio de los rayos gamma desde la órbita terrestre baja, está en problemas. Su órbita está decayendo a un ritmo que hará que reentre en la atmósfera y se destruya a finales del próximo año. La agencia espacial quiere evitarlo y para ello ha seleccionado a la empresa Katalyst Space Technologies, con sede en Arizona, para elevar la órbita del Swift de sus 400 km de altitud actuales a los 600 a los que comenzó a orbitar hace dos décadas. Será la primera vez que una empresa privada capture un satélite gubernamental de Estados Unidos para reposicionarlo, y además en un tiempo récord.

Otros telescopios, como el Hubble, han recibido misiones de mantenimiento, pero era algo para lo que estaban diseñados. No es el caso del Swift, lo que hace que la misión sea más compleja. Ahora, Katalyst ha anunciado que la nave que se encargará de reposicionar el telescopio espacial viajará a bordo de Pegasus, un cohete de lanzamiento aéreo construido por Northrop Grumman, que será lanzado a 12.000 metros de altitud desde un avión L-1011 Stargazer de la misma compañía.

L-1011 Stargazer.
L-1011 Stargazer.Katalyst.

'Es el único vehículo de lanzamiento que puede cumplir la órbita, el calendario y el coste para lograr algo sin precedentes con una tecnología emergente', ha afirmado en un comunicado Ghonhee Lee, consejero delegado de Katalyst.

Pegasus puede transportar casi media tonelada de peso a la órbita terrestre baja. Debutó en 1990 y suma 45 misiones hasta la fecha, 40 de ellas completamente exitosas. Su vuelo más reciente fue en junio de 2021, cuando puso en órbita un satélite de 'vigilancia del dominio espacial' para la Fuerza Espacial de EE.UU.

Según Kurt Eberly, director de lanzamientos espaciales de Northrop Grumman, la compañía ya tenía la mayor parte del hardware listo para esta misión. 'Tenemos que completar la integración y las pruebas finales y desarrollar la trayectoria y el guiado para la maniobra de RAAN [ascensión recta del nodo ascendente] y el software, pero poco más', ha señalado.

La misión de Katalyst volará en un Pegasus XL, una versión algo más grande y pesada del cohete de lanzamiento aéreo. No se han revelado los términos del acuerdo, pero el presupuesto total del rescate de Swift asciende a 30 millones de dólares, incluido el lanzamiento. El observatorio Swift, que costó 500 millones de dólares, fue construido por Orbital Sciences, compañía que en 2014 se convirtió en Orbital ATK y que, a su vez, fue adquirida por Northrop Grumman en 2018.

Una operación de rescate en tiempo récord

El margen para actuar es muy pequeño, lo que hace que esta misión juegue en otra categoría en comparación con otras de asistencia en órbita baja que fueron preparadas con mucha más antelación, como las del Solar Maximum Mission en 1984 y el Intelsat VI (F-3 / 603) en 1992, satélites que fueron capturados por astronautas, reparados y recolocados en la órbita correcta. Desde que Katalyst obtuvo el contrato con la NASA hasta el lanzamiento habrán pasado solo ocho meses. 'Si podemos hacer esto para la NASA en solo ocho meses, creo que se abre un abanico de misiones rápidas en el futuro', asegura Kieran Wilson, vicepresidente de tecnología de Katalyst.

Wilson también señala que 'tratamos esa fecha como un compromiso firme. Seguiremos evaluando continuamente la situación orbital de Swift y determinando qué adaptaciones pueden ser necesarias,ya sea lanzar a una altitud distinta o apuntar a inserciones ligeramente diferentes'.

La nave de Katalyst ascenderá a una órbita cercana a la de Swift y empleará entre dos y tres semanas en aproximarse de forma gradual. Durante ese periodo realizará una inspección detallada desde una distancia segura, obteniendo imágenes de alta resolución para evaluar el estado real del observatorio.

Cuando tenga ese diagnóstico, el vehículo, que mide 1,5 metros y pesa 350 kilogramos, ejecutará la aproximación final y capturará a Swift utilizando sus tres brazos robóticos.

Recreación mostrando la operación de rescate del Swift.
Recreación mostrando la operación de rescate del Swift.Katalyst / Gemini.

Un trabajo detectivesco

La maniobra no será sencilla. Swift no fue concebido para recibir asistencia en órbita y sus ópticas, especialmente delicadas, no pueden orientarse hacia el Sol, la Tierra o la Luna sin exponerse a daños irreversibles. Por ese motivo, Katalyst lleva meses analizando imágenes previas al lanzamiento y coordinándose con equipos de la NASA y de Northrop Grumman para definir el método de captura más seguro y con menor riesgo para el observatorio.

'Hay un intenso trabajo detectivesco para averiguar qué puntos de la nave podemos agarrar realmente y cuál será su estado', afirma Wilson. Este análisis ha identificado un punto principal de captura y varios secundarios prometedores. Tras la captura, la nave de Katalyst elevará a Swift de nuevo a su altitud inicial, unos 600 kilómetros, si todo sale según lo previsto.

'Esa altitud le dio 22 años de vida útil la primera vez. Esperamos que este impulso le proporcione una longevidad similar en órbita', señala Wilson.