Redes sociales

No le abra perfil en Facebook a su bebé

Los expertos alertan de las amenazas que se esconden tras la sobreexposición de los menores en internet

Mark Zuckerberg y su mujer Priscilla muestran a su primera hija / AP
Mark Zuckerberg y su mujer Priscilla muestran a su primera hija / APlarazon

¿Le ha preguntado a su bebé si quiere salir en internet? Y, más aún, ¿qué necesidad tiene su hijo de contar ya con un perfil propio en Facebook? ¿Querrá cuando sea mayor que toda esa información esté al alcance de todos?

Los expertos llevan años alertando de los riesgos de la sobreexposición en la red de aquellos menores de quienes, sin consentimiento previo, sus padres han subido información a la red aparentemente inofensiva. Aparentemente.

Un reciente estudio de Orange sobre Sharenting (Sharing+Parenting) ha puesto de manifiesto que al cumplir los 6 meses el 81% de los bebés tiene ya presencia en Internet. Y antes de los 2 años, el 5% tiene perfil propio en Facebook por obra y gracia de sus padres. Este exceso de información puede ser utilizado por ciberdelincuentes para someter a los menores a ciberacoso, pero también para enfrentarles al riesgo de ser víctimas de pornografía, virus informáticos, cuentas robadas, contenido falso y malicioso de algunos sitios web, según el estudio Growing Up Online – Connected Kids, elaborado por Kaspersky Lab.

“Subir fotos y vídeos sobre sus avances y momentos tiernos y divertidos es toda una tentación, pero hay que ser precavido ya que esto puede generar muchos problemas si no se hace de forma correcta y segura”, señala Alfonso Ramírez, director general de Kaspersky Lab Iberia, en un comunicado. “Algunas veces compartimos en las redes sociales, de manera inconsciente, fotografías con muchos datos sobre nuestra vida personal: lugares que se visitan, dónde están nuestros hijos, dónde trabajamos, etc. A menudo, no tenemos en cuenta la privacidad de las redes sociales, y es que cualquier información compartida en Internet deja de ser controlable y es posible que esa información sea copiada o utilizada en algún momento para cualquier finalidad”.

A esto se une un segundo peligro: los niños, imitadores por naturaleza, tienen en sus padres y en estas conductas un modelo a seguir, con el riesgo de que no tengan claros dónde están los límites de la privacidad.

El consejo, como casi siempre, es utilizar el sentido común. “Si no te gustaría ver la foto de tu hijo o hija en periódicos o en televisión, lo mejor es que quede en familia. No obstante, si finalmente decides publicar alguna imagen, recomendamos a los usuarios revisar la política de privacidad de las redes sociales constantemente. Estas suelen cambiar, y es importante saber con quién estamos compartiendo esa información. En definitiva, lo mejor es mantener el perfil privado, e incluso elegir qué personas pueden acceder esas imágenes”, señala Ramírez.

Para evitar efectos desagradables, los expertos de Kaspersky Lab recomiendan, entre otras cosas, subir el menor número de imágenes posibles, vigilar condiciones de seguridad de las apps, consultarles cuando tengan una edad mínima para comprenderlo y, sobre todo, poner la vista unos años hacia adelante y pensar si querrán que toda esa información de su infancia esté accesible en internet. Que la adolescencia es muy mala y aquellas fotos tan entrañables de bebés no siempre son la mejor arma para ligar...