Biotecnología

Sensores comestibles y con mejor capacidad de transmisión de datos

Los han desarrollado a partir de una mezcla de algas, grafeno y sal marina

Sensores hechos a partir de algas, sal y grafeno
Sal, grafeno y algas, una receta para sensores comestiblesUniversity of Sussex

Desde el fútbol hasta los incendios, pasando por la salud… Los sensores están en todas partes. Pero se basan en materiales, como el plástico o metales que contribuyen en gran medida a la contaminación. Para intentar resolver esto y conseguir, al mismo tiempo, sensores más precisos, un equipo de científicos de la Universidad de Sussex ha desarrollado nuevos sensores biodegradables y hasta comestibles que mejoran la capacidad de transmisión de datos.

Los expertos, liderados por Conor Boland, han creado sensores de salud, como los que se utilizan para controlar la frecuencia cardíaca y la temperatura, solo que lo han hecho a partir de elementos naturales como sal de roca, agua, algas y grafeno. Debido a que están fabricados únicamente con ingredientes que se encuentran en la naturaleza, los sensores son completamente biodegradables, lo que los hace más ecológicos que las alternativas a base de caucho y plástico de uso común. Su composición natural también los coloca dentro del campo científico emergente de la electrónica comestible: dispositivos electrónicos que son seguros para que una persona los consuma. Por si esto fuera poco, de acuerdo con el estudio publicado en ACS Sustainable Chemistry & Engineering, estos sensores superan a los hidrogeles y nanomateriales sintéticos en términos de sensibilidad. Y, cuanto más sensible sea el sensor, con mayor precisión registrará los signos vitales de una persona.

“La posibilidad de usar algas fue una inspiración que tuve viendo MasterChef durante el confinamiento – explica Boland –. Las algas se usan para espesar postres y les dan un aspecto suave y una estructura hinchable. Son una alternativa vegana a la gelatina. Esto me hizo pensar:¿Qué pasaría si pudiéramos hacer eso con tecnología de detección? Uno de los aspectos más emocionantes de este desarrollo es que tenemos un sensor que es totalmente biodegradable y altamente efectivo”.

Las algas actúan como aislante, pero al agregar una cantidad determinada de grafeno, los autores del estudio crearon una película eléctricamente conductora. Cuando esta se sumerge en un baño de sal absorbe agua rápidamente, dando como resultado un hidrogel suave, esponjoso y capaz de conducir electricidad. El desarrollo tiene el potencial de revolucionar la tecnología de monitoreo de la salud, ya que las futuras aplicaciones de los sensores portátiles actuarían como una segunda piel o un tatuaje temporal: livianos, fáciles de aplicar y seguros, ya que están hechos con ingredientes totalmente naturales. Esto mejoraría significativamente la experiencia general, sin la necesidad de instrumentos, cables o instrumentos potencialmente invasivos.