Física

“El universo podría funcionar como un ordenador gigante”, señala un estudio

Los autores señalan a la gravedad como la mayor evidencia de esta conclusión.

Simulaciones
Detrás de ello estaría una civilización mucho más avanzada que la nuestra.JS/DesignerJS/Designer

La idea no es nueva y muchos expertos han analizado nuestro universo como si fuera una simulación, una suerte del cosmos retratado por la película Matrix. Solo que en este caso la huella de este universo digital, la clave está en una de las fuerzas que controlan todo lo que nos rodea.

¿Qué pasaría si la gravedad se basara en la disposición de la materia en el universo y fuera una señal de que vivimos en una realidad creada por un ordenador gigante? Esa es la pregunta que se hizo Melvin Vopson, físico de la Universidad de Portsmouth.

En un nuevo artículo publicado en la revista AIP Advances, Vopson ofreció una nueva interpretación de la gravedad, argumentando que podría ser el resultado de que el universo intenta despejarse, es decir, llegar a un resultado, comportándose de forma similar a un algoritmo informático.

“Este es otro ejemplo de compresión de datos y optimización computacional en nuestro universo, lo que respalda la posibilidad de un universo simulado o computacional", señala el estudio.

El artículo de Vopson forma parte de un movimiento más amplio de científicos que intentan explicar las fuerzas de la naturaleza argumentando que son el resultado de una simulación integral. A principios de la década de 2000, el filósofo Nick Bostrom propuso que nuestra realidad es una simulación informática ideada por una civilización altamente avanzada, haciéndose eco de la trama de Matrix.

Pero demostrar la teoría es un asunto delicado, sobre todo considerando que, si realmente estuviéramos atrapados en una simulación, sus creadores probablemente habrían tomado medidas para asegurar que no pudiéramos ver lo que ocurre tras la cortina.

Vopson se basó en su propia proposición de la “segunda ley de la dinámica de la información”, que sostiene que la “entropía de cualquier sistema permanece constante o aumenta con el tiempo”, para argumentar que la gravedad atrae la materia y los objetos en el espacio para mantener la entropía al mínimo, de forma similar a como un sistema informático ordena y comprime datos.

“Los hallazgos en este estudio encajan con la idea de que el universo podría funcionar como un ordenador gigante, o que nuestra realidad es una construcción simulada – señala el estudio -. Al igual que los ordenadores intentan ahorrar espacio y funcionar de forma más eficiente, el universo podría estar haciendo lo mismo. Es una nueva forma de pensar en la gravedad", añadió, "no solo como una atracción, sino como algo que ocurre cuando el universo intenta mantenerse organizado”.

En su artículo, Vopson argumentó que la información almacenada en células elementales, definidas como el volumen más pequeño posible en el espacio en mecánica cuántica, determina las coordenadas de la materia dentro de la simulación, una especie de pixelación de unos y ceros.

“El proceso es idéntico a cómo se diseñaría un videojuego digital, una aplicación de realidad virtual u otra simulación avanzada”, señala el comunicado de la universidad.

Cada célula puede albergar más de una partícula, de forma similar a un sistema computacional que minimiza el contenido de información.

“En pocas palabras, es mucho más efectivo computacionalmente rastrear y calcular la ubicación y el momento de un solo objeto en el espacio que de numerosos objetos – argumenta Vopson -. Por lo tanto, parece que la atracción gravitatoria es simplemente otro mecanismo de optimización en un proceso computacional que tiene la función de comprimir la información”.

Vopson ha sido durante mucho tiempo un defensor de la teoría de la simulación, argumentando en 2022 que los genomas del virus de la COVID-19 exhibieron una entropía decreciente con el tiempo, lo que respalda la evidencia de su segunda ley de la dinámica de la información.

En otro artículo sorprendente, postuló que la información podría ser una “quinta forma de materia”, demostrando así, una vez más, que vivimos en una simulación.

Pero aún está por verse si su investigación logrará la aceptación y aprobación generalizada más allá de los márgenes de la comunidad científica. Al fin y al cabo, las afirmaciones extraordinarias requieren evidencia extraordinaria, sobre todo cuando se intenta revolucionar la realidad misma.