Estreno

Patricia Conde: “Desde 2008 no leo nada sobre mí, corté los chismorreos a tiempo”

La presentadora hace un nuevo programa en Movisar+ lleno de humor bajo el nombre de “Nadie al volante”

Patricia Conde, metida en su «papel»
Patricia Conde, metida en su «papel»M+

Está de estreno. Irrumpe de nuevo en la televisión con un formato peculiar “Nadie al volante”. Primero una bronca con Mariló Montero hasta llegar a Bárbara Rey en el plató. De todo puede pasar en el programa de los lunes de Movistar +.

-¿Qué nos vamos a encontrar con el nuevo programa?

-Os vais a encontrar una divertida sitcom de aproximadamente 25 minutos, que se desarrolla en la redacción de un programa de televisión de Movistar+ en la que yo ejerzo no solo de presentadora sino también de codirectora.

-¿Cuánto hay de improvisación y cuánto de guion?

-Es un guion puro y duro… hago mis cambios y aportaciones, pero se negocia siempre, no hay improvisación.

-¿Cuál es el papel de cada uno de vosotros?

-Una directora, un productor, un guionista y una redactora…y como ya he dicho yo interpreto a la presentadora y codirectora. Se supone que yo me interpreto a mí misma, es algo complicado, pero que ya hemos visto en series de este tipo.

-¿Cuánto tiene de jefa Patricia Conde?

-Tengo un amigo que siempre me dice “Qué jefa eres” jajaja, soy la jefa de mi casa, la chef, el ama de llaves, la jefa de seguridad... Y también chófer de mi hijo… jeje. Bromas aparte, soy una “jefa” responsable que se preocupa por los trabajadores y que intenta crear un buen ambiente. Creo que es fundamental que todos estén a gusto.

-Un formato de 25 minutos que, en realidad, ¿cuánto tiempo lleva?

-Toda la semana, en lo que se elige el contenido, se escribe el guion, se prepara y demás, al final es una semana de trabajo.

-Se pretende dar cuenta de lo que lo que hay detrás de la tele, cuéntenos, ¿qué es lo que no vemos de la televisión?

-Hay de todo, problemas de presupuesto, mucho estrés por problemas con los cameos o invitados… Los tejemanejes para conseguir las cosas que piden los guionistas, la importancia de la publicidad. En definitiva, mucha gente de diferentes departamentos sufriendo para que cada programa salga bien.

-Después de tantos años haciendo televisión, ¿se las sabe todas?

-Me sé muchas, claro que sí, son muchos años, pero nunca acabas de comprenderlo todo, no deja de sorprenderme este bonito a la par que extraño trabajo.

-La cosa comenzó con una “bronca” con Mariló Montero, adelántenos, ¿qué más nos vamos a encontrar en “Sin nadie al volante”?

-Bueno, la trama está muy bien tirada, a pesar de ser una situación ficticia puede parecer muy real. Es precisamente con lo que jugamos, estamos al borde de la realidad.

-¿Es el humor un buen salvoconducto en tiempos de pandemia?

-El humor es la salvación y la cura del ser humano. Puedes meditar, hacer yoga e irte a un templo budista, pero sin sentido del humor no llegarás muy lejos. Tomarse demasiado en serio a uno mismo es el principal motivo para echar a perder tu imagen. Hacer una comedia ayuda a poner las cosas en perspectiva. El mundo ha ido de tragedia en tragedia, de horror en horror, pero los seres humanos seguimos existiendo, enamorándonos y hallando alegría en la vida.

- Dígame tres motivos por los que no nos podemos perder su programa...

-Porque está muy bien hecho, porque les va a encantar y porque van a aprender muchas cosas increíbles que suceden detrás de las cámaras.

-A estas alturas, ¿se pierde el miedo a los estrenos?

-A estas alturas a pocas cosas temo. Esto lo hago porque me divierte, en el momento que deje de divertirme tendré un problema. Los estrenos siempre crean incertidumbre, pero vaya bien o vaya mal siempre tengo puesta la vista en otras cosas.

-¿Con el tiempo se equilibran los éxitos y los fracasos?

-Ni los éxitos te llevan al cielo ni los fracasos te hunden, así es todo es relativo. Igual empiezas un proyecto que no te hace mucha ilusión, pero sabes que seguramente te abra las puertas del siguiente, y al terminar no es fracaso sino algo que ya intuías y que aún así lo tienes que hacer porque es trabajo y porque no va a ser eterno. Siempre tienes que tener un plan B.

-¿Le influye las críticas?, ¿y las redes sociales?

-Las de mi madre sí, ella me dice las cosas tal cual son. Tiene criterio y me conoce mejor que nadie. Mi padre igual, pero es más callado. La gente ha descubierto una vía para descargar frustración, se les ha dado un pequeño altavoz y quieren sentirse importantes. Como lo difícil en la vida es construir pues destruyen, pero eso lo puede hacer cualquiera. Realmente siempre he sentido mucha pena cuando escucho o leo comentarios demoledores sobre compañeros, pero la pena es hacia los que lanzan ese tipo de mensajes. A fin de cuentas, cada uno da lo que tiene dentro.

-¿Es de las que está pendiente de lo que se dice o se aísla?

-Desde el año 2008 no leo nada sobre mí. Mis amigos no me envían enlaces ni me cuentan lo que dicen. Corté los “chismorreos” a tiempo cuando empezaba a salir en prensa todos los días a raíz de “Sé lo que hicisteis”. Y créeme que se vive muy bien así. Me dedico a mi familia, a mis amigos, mi trabajo y ya sé que existe todo eso, desde hace muchos años, antes de ser un personaje popular gracias a mi trabajo, pero no quiero saber ni lo bueno ni lo malo. Así como tampoco veo la tele generalista desde que llegaron las plataformas digitales.