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Suecia invoca a Bonnie Tyler para imponerse en la segunda semifinal de Eurovisión 2022

Las propuestas más eclécticas logran el pase a la gran final que se celebra el sábado

La cantante sueca Cornelia Jakobs celebra su pase a la final en la segunda semifinal del Festival de Eurovisión en Turín
La cantante sueca Cornelia Jakobs celebra su pase a la final en la segunda semifinal del Festival de Eurovisión en TurínLuca BrunoAgencia AP

Ella no es Bonnie Tyler. Tampoco canta ‘Hero’. Y que se sepa, su voz rota no es fruto de una obligada operación de nódulos. Pero en cuanto Cornelia Jakobs se pasea por el pentagrama de “Hold Me Closer” (abrázame más cerca), el fantasma de los vinilos pasados se hace presente en Eurovisión 2022. Pero da igual revisitar a una grande con laca si se ejecuta con esa dejadez desarrapada, como haciéndose la sueca que es.

Basta con dominar a la perfección voz y planos de realización para que unos y otros se rindan a sus pies descalzos y consiga dar el salto a la final y posibilidades de podio, con permiso de los ucranianos de la primera semifinal y de quienes esperan con las garras afiladas con pase directo al sábado: Reino Unido, Italia y el Chanelazo de España. Entre ellos parece repartirse la pana.

A partir de ahí, todo lo que se vio en esta segunda tanda de tanteo en el Pala Olímpico turinés, suena a divertimento. Lograron el favor de crítica y público Bélgica, República Checa, Azerbaiyán, Polonia, Finlandia, Estonia, Australia y Rumanía. De agradecer que todos cambiaran las valerianas y melisas de la primera semifinal por las bebidas energéticas y el casposerío que se le presupone al añejo certamen. Lo mismo dan los checos maquineros que un rumano aprendiz de castellano con una facilidad para la rima consonante que ni Bécquer: “Hola mi bebebé, Hola mi bebebé, Llámame, Llámame”.

Capítulo aparte para la hipnótica Serbia, que una pandemia después de embadurnarnos con gel hidroalcohólico hasta las axilas, nos viene a enseñarnos cómo tenemos que lavarnos las manos para el próximo coronavirus. Pero no se crean que Konstrakta aspira a ejercer de Teletubbie pedagógico para grandes y pequeños. Lo suyo es una canción protesta sobre las carencias de la sanidad pública.

El castigo del ostracismo catódico que les lleva de vuelta a casa con lo puesto se lo merecieron, con o sin méritos, Georgia, Chipre, Malta, Irlanda, Macedonia, Montenegro, Israel y San Marino. Una lástima que la minúscula república sea deportada del festival, con un despliegue de barroquismo diogenético con plumas, jaulas, fuego por doquier y hasta un toro mecánico.

Para rematar, adelanto de lo que será el desembarco de España, con una Chanel que fue vitoreada y unos segundos de la actuación que ya dejaron boquiabiertos a los que todavía no saben como se mueve ‘la mami’.