La pandilla vuelve
Aroma de campamento y música con los Peanuts
Apple TV+ lanza «Snoopy presenta: Un musical veraniego», regreso de la pandilla al género 37 años después
Snoopy lleva toda la vida con nosotros. El beagle creado por Charles M. Schulz en 1950, junto con su inseparable amigo Charlie Brown, trascendió pronto de la tira cómica («Peanuts») a la TV, cine, videojuegos y merchandising.
El pasado viernes 15, Apple TV+ estrenó «Snoopy presenta: Un musical veraniego», un especial de 40 minutos de duración en el que Snoopy, Charlie y compañía se pasan al cante, como si de Broadway se tratara. Este musical, el primero que protagoniza la pandilla desde «Snoopy! The Musical» en 1988, es posible gracias al acuerdo de la plataforma de streaming de Apple con Peanuts Worldwide, la entidad que gestiona los derechos de marca, en 2018. Dicho acuerdo, que convertía a la factoría de la manzana en la nueva casa de los Peanuts, ya nos trajo «El show de Snoopy» (2021) o «Snoopy en el espacio: buscando vida en otros planetas» (2019), entre otros.
El especial, consciente de la época para la que está concebido, tira de una temática ideal para el verano: los campamentos. La pandilla visitará Cloverhill Ranch, el tradicional campamento de verano al que acuden cada año, solo para encontrarse que este está en riesgo de cierre por falta de inscripciones. La pandilla, con la incorporación de Sally, hermana menor de Charlie Brown, decide entonces montar un espectáculo musical para atraer nuevos participantes y salvar Cloverhill Ranch de su cierre.
Dirigido por Erik Wiese y coescrito por Cornelius Uliano y Craig y Bryan Schulz (hijo y nieto, respectivamente, del creador de Snoopy, Charles M. Schulz), «Snoopy presenta: Un musical veraniego» es una gran recomendación para los más pequeños de la casa. Su animación, producida por WildBrain, abraza el espíritu original de los años 50, incorporando mejoras técnicas en 2D y dando como resultado un estilo retro pero vivo, en un guiño nostálgico propuesto por Bryan Schulz en honor a su abuelo.
Niños y niñas de todas las edades podrán empatizar con los temas que propone el musical. Charlie servirá de ejemplo a los más mayores, representando en su último año de campamento las ganas de disfrutar este final, la gestión de cerrar una etapa, el liderazgo y el cuidado y sostén de su hermana. Por su parte, Sally Brown, que se enfrenta a su primera vez en un campamento, es un excelente vehículo para hablar de la superación de los miedos, de la adaptación a ambientes nuevos y de cómo, partiendo desde una posición inferior, alguien puede convertirse también en un líder. Además de todo esto, el especial captura a la perfección el espíritu de los campamentos de verano. Todo aquel que haya participado en alguno recordará, aunque hayan pasado años, las búsquedas del tesoro (como la que hacen Snoopy y Emilio, que desencadena un giro importante para la trama), el desconectar de lo digital para conectar con la naturaleza y la importancia y mística que tiene la música en este tipo de eventos. Es casi como si, durante 40 minutos, uno volviese a estar de campamento una última vez.
Precisamente, siendo este especial un musical, hay que detenerse a hablar de la música. «Snoopy presenta: Un musical veraniego» cuenta con cuatro compositores: por un lado, Ben Folds y Jeff Morrow (ambos nominados al Emmy por sus partituras para otros especiales de los Peanuts) y, por otro, Alan Zachary y Michael Weiner, que vienen del mundo de Broadway. Su mano es evidente, y los números musicales, todos ellos orgánicos y nada forzados, son naturales y fluidos. En sus 40 minutos, el musical cuenta con una media docena de canciones totalmente originales, que van desde animadas, como «Best time ever», a educativas, como «Leave it better», y más nostálgicas («When we were light»).
Todos aquellos pequeños, hayan ido de campamento este verano o no, tienen una cita en Apple TV+ con los Peanuts, que les transportarán a esas sensaciones sin moverse del sofá. No solo a ellos: la calidez de su historia, el humor para toda la familia y la cuidada música tendrán ese efecto balsámico capaz de llegar también a los adultos, evocando recuerdos de juventud y recordando que las amistades, las canciones y los lugares especiales forman parte de lo que somos.