
Eurovisión 2026
José Pablo López, presidente de RTVE, tajante contra la votación sobre la participación de Israel en Eurovisión 2026: "Nunca se debería haber llegado a este punto"
Según José Pablo López, "la dirección de UER y Eurovisión van a someter hoy a la organización a la mayor tensión interna de su historia", marcado por la presencia de Israel en el certamen musical más importante del viejo continente

El devenir y la participación de Israel se esclarecerá después de la Asamblea Ordinaria de la UER, que se celebrará el 4 y 5 de diciembre. En poco menos de una hora, sobre las 17:00 conoceremos la decisión sobre el país de Oriente Medio, que puede provocar que España participe este año o no en la 70º edición de Eurovisión. El presidente de RTVE, José Pablo López, ha reiterado de nuevo el descontrol actual de Eurovisión como antesala de una decisión histórica en el certamen musical más importante del viejo continente.
"La dirección de UER y Eurovisión van a someter hoy a la organización a la mayor tensión interna de su historia. Nunca se debería haber llegado a este punto. Las sanciones a Israel por sus incumplimientos reiterados en Eurovisión se deberían haber adoptado en el ámbito ejecutivo y no trasladando el conflicto a la Asamblea. Hoy la UER será una Unión más condicionada por los intereses políticos y comerciales de un festival que no se han sabido o querido gestionar", ha espetado en sus redes sociales el máximo mandatario de la televisión pública española, dejando claro de nuevo su postura.
RTVE confirma que si España no participa en Eurovisión 2026, no emitirán ninguna de las tres galas del certamen
RTVE confirma que si España no participa en Eurovisión 2026, no emitirán ninguna de las tres galas del certamen musical más importante del viejo continente, lo que supondría un duro impacto al concurso de la canción europea, debido a la gran cantidad de espectadores que desde España visualizan en televisión Eurovisión. En la edición de este año, se marcó un récord de audiencia, superando los registros de 2022 (año en el que Chanel Terrero rozó el micrófono de cristal en Turín). La emisión en mayo de Eurovisión 2025 reunió a 5.884.000 seguidores, con un share del 50,1% y 13,6 millones de contactos únicos durante toda la gala. La retirada de RTVE del certamen implicaría que tampoco se emitirían en TVE ni las semifinales ni la final de Eurovisión 2026, ya que la corporación ha aclarado que, si no abona la cuota de participación, tampoco pagará los derechos de emisión de las tres galas, cuya factura ascendió en 2025 a 331.721 euros, según datos del Portal de Transparencia citados en sede parlamentaria, un coste que no está dispuesta a asumir si España queda fuera del concurso; sin embargo, la salida no supondría un abandono total del ecosistema eurovisivo nacional, ya que se mantiene el Benidorm Fest del 10 al 14 de febrero de 2026, aunque dejaría de servir para elegir representante, abriendo además un doble interrogante sobre qué decisión adoptará finalmente la UER respecto a Israel y cuánto tiempo podría prolongarse un escenario sin España en Eurovisión… y sin Eurovisión en TVE.
RTVE despeja su futuro en Eurovisión: los tres escenarios ante la edición de Viena 2026
Sobre la mesa de RTVE se dibujan tres posibles escenarios. El primero es la retirada de Eurovisión como acto de protesta por la participación de Israel y por lo que algunas delegaciones consideran una deriva política incompatible con los valores originales del festival. Este camino tendría como principal ventaja lanzar un mensaje contundente a la UER y visibilizar el malestar de varias televisiones europeas. Además, una salida de España, con 65 años de presencia casi ininterrumpida, supondría un golpe simbólico al prestigio del certamen. Sin embargo, esta opción también conlleva importantes riesgos: dejaría a Eurovisión sin uno de sus miembros históricos y restaría fuerza a las voces internas que aún reclaman neutralidad, además de abrir la puerta a que el certamen continúe su rumbo sin contrapesos. El segundo escenario pasa por permanecer en el festival sin más, aceptando las reformas propuestas por la UER (centradas en ajustes en jurados, televoto y seguridad), una vía que aporta estabilidad inmediata, pero que para muchos resulta insuficiente porque no aborda los problemas de fondo ni la desconfianza generada en las dos últimas ediciones.

El tercer escenario, considerado por varios sectores como el más estratégico, consiste en permanecer en Eurovisión para impulsar cambios profundos desde dentro. En este contexto, RTVE ha asumido en los últimos meses un papel de liderazgo junto a televisiones de Países Bajos, Irlanda, Islandia, Eslovenia y Bélgica. Desde esta posición, España ha reclamado más transparencia, una revisión exhaustiva del sistema de votación y garantías reales de neutralidad. Entre los puntos a favor figura la oportunidad de consolidar una reforma estructural del festival sin renunciar a una cita cultural que forma parte de la identidad televisiva europea. Además, RTVE cuenta con una situación de influencia dentro de la UER, reforzada por la presencia de Ana María Bordas en el Grupo de Referencia del certamen. No obstante, este camino también entraña riesgos: tras el acuerdo del Consejo de Administración que llegó a plantear la retirada si Israel seguía participandomientras continuara el conflicto, un giro podría interpretarse como una pérdida de coherencia. A ello se suma el desafío de que las promesas de regeneración no queden solo en gestos simbólicos. La comparecencia de hoy será, por tanto, determinante para conocer si RTVE opta por el portazo, la continuidad sin matices o la apuesta por liderar una reforma desde el núcleo del festival.
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