Tecnología
Maximiza el rendimiento de tu ordenador: descubre las diferencias entre hibernar, suspender y apagar
Aunque suelen utilizarse indistintamente, existen algunas diferencias entre ellas que mejoran la eficiencia del ordenador y nos permiten ahorrar tiempo y energía
¿Apagar, suspender o hibernar? La mayoría de los usuarios no sabemos cuál es la diferencia entre estas tres opciones y acabamos utilizándolas indistintamente. Lo peor de todo es que ni siquiera sabemos si estamos haciéndole daño al equipo o a la batería al optar por una y otra alternativa. De acuerdo con la opinión de los expertos, la elección entre apagar el ordenador, dejarlo en hibernación o dejarlo en suspenso depende del uso que se le vaya a dar y del tiempo que se espera no utilizarlo. A continuación, te contamos todos los detalles:
¿En qué caso es mejor una u otra opción?
Al suspender el equipo (o dejarlo “en reposo” si se trata de un Mac), este pasará a un modo en el que el consumo energético será menor que cuando está encendido. Pero su sistema seguirá funcionando, así que su consumo será mayor que cuando está apagado. La memoria RAM no se reinicia, el disco duro o SSD sigue funcionando y todo está listo para empezar a trabajar o jugar una vez volvamos a pulsar una tecla o mover el ratón.
Con el modo de hibernación, por su parte, el sistema operativo crea una partición en el dispositivo de almacenamiento donde guarda todos los datos de la sesión que estaba en curso. Esto incluye programas abiertos, pestañas del navegador y cualquier otra actividad que estuviera en marcha. Al encender el equipo nuevamente, todo estará en el mismo estado en el que se dejó antes de la hibernación.
Y por último está la opción del apagado, que consiste en que el sistema operativo envía una notificación temporizada a todos los programas y sistemas que están en funcionamiento para que dejen de leer y procesar archivos, antes de que se produzca un apagado forzado. Una vez que los programas han recibido esta señal, se envían señales de apagado a los controladores restantes, disminuyendo gradualmente la energía hasta que todo el hardware queda completamente apagado.
Vistas las tres opciones, lo más lógico sería optar por la opción de hibernar. Parece la alternativa más sensata porque es un híbrido entre las otras dos opciones. Es decir, permite que el ordenador descanse como si estuviese apagado y permite que su consumo energético se detenga… pero en el proceso no pierde la información que estábamos manejando antes de cerrarlo, como ocurre en el modo de suspensión.
Sin embargo, cuando optamos por el modo hibernar, el proceso de encendido tarda algo más que al volver de la suspensión. O sea, que si estamos trabajando o jugando y necesitamos salir un momento, lo mejor es que dejemos el ordenador en suspenso. Así podremos reanudar rápidamente las tareas sin tener que esperar a que el sistema se reinicie por completo. Además, en PC podemos dejar el ordenador suspendido el tiempo que queramos… que no va a degradar el equipo.
Sin embargo, si lo que te preocupa el consumo, lo mejor es apagarlo. Y si el equipo lleva varios días en suspensión y notas que, al encenderlo, el procesador está realizando más procesos de lo que debería, lo mejor que puedes hacer es apagar y volver a iniciar. Así se ''limpiará'' la RAM y la caché. Esto es especialmente importante en equipos con poca capacidad de procesamiento.
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