Anécdota
Álex Clavero revive su tenso encuentro con Iker Casillas: "Me miraron diciendo 'este tío es gilipollas'"
El cómico, locutor y presentador de televisión explicó cómo ocurrió el desencuentro con el entonces portero del Real Madrid
Compaginando madrugones y trasnoches en 'El francotirarock' de Rock FM, Álex Clavero regresará este verano a la televisión junto a su amigo J.J. Vaquero con 'La garita', el nuevo programa de access prime time de La 1 de RTVE que sustituirá temporalmente a 'La Revuelta'. Antes de este estreno, el humorista vallisoletano (nacido en Casasola) habló sin tapujos en el programa 'A las bravas' de la Cadena SER sobre un incómodo encuentro que tuvo con Iker Casillas, con Dani Rovira como testigo. Durante aquella tensa conversación, Clavero intentó romper el hielo con una broma sobre la complicada situación del entonces portero del Real Madrid, que por aquel tiempo mantenía un conflicto abierto con su entrenador, José Mourinho. Sin embargo, el chiste no cayó bien a Casillas, quien respondió con una mirada poco amistosa.
Momento "tierra trágame"
Durante una visita al camerino de Dani Rovira tras uno de sus espectáculos, Álex Clavero protagonizó una anécdota tan incómoda como cómica junto a Iker Casillas. Mientras aguardaba en un pasillo repleto de gente (incluidos el propio Casillas y Sara Carbonero), la conversación informal del grupo se hizo inevitablemente pública. En un momento dado, un niño comentó que en su equipo jugaba de delantero pero que no tenían portero. Sin pensarlo demasiado, Clavero soltó un chascarrillo que dejó al ambiente en pausa: “Pues pregúntale a Iker, que el año que viene lo mismo lo tiene libre”, en referencia a los entonces tensos desencuentros del guardameta con José Mourinho en el Real Madrid. La sala estalló en una mezcla de risa contenida y silencio tenso, mientras el gesto serio de Casillas dejó claro que la broma no le había hecho ninguna gracia. Clavero, al fondo del pasillo, solo atinó a ver la expresión de Rovira, mitad resignación, mitad incredulidad admitiendo que la cara de su compañero de profesión expresaba "este tío es gilipollas".
Una etapa gris en el Real Madrid
Durante la etapa de José Mourinho como entrenador del Real Madrid (2010-2013), surgió un conflicto notorio con Iker Casillas, el entonces capitán y portero titular del equipo. La tensión comenzó cuando Mourinho cuestionó la influencia de Casillas en el vestuario y su cercanía con algunos jugadores del FC Barcelona, especialmente en un contexto de alta rivalidad entre ambos clubes.
El punto álgido llegó cuando el técnico decidió relegar a Casillas al banquillo, primero por razones tácticas y luego supuestamente por bajo rendimiento, lo que generó una gran polémica entre la afición y los medios. Muchos consideraron que la decisión de Mourinho tenía más que ver con temas personales que deportivos. La relación entre ambos nunca se recuperó del todo y, con el tiempo, este desencuentro contribuyó a la salida tanto del técnico como del portero del club en años posteriores, dejando una huella en la historia reciente del Madrid.