Polémica
Mariló Montero pone el foco en la actitud Pilar Alegría con respecto al Parador de Teruel: "Cuando se evita responder con claridad"
'Espejo Público' ha tratado la última información sobre la estancia de varios políticos socialista en el Parador aragonés
La fiesta de José Luis Ábalos en el Parador de Teruel sigue en primera línea informativa, ya que cada día se conocen nuevos datos sobre aquella noche liderada por el que fuera número dos de Pedro Sánchez en el Partido Socialista y Ministro del Gobierno de nuestro país. Ante las dudas de Gonzalo Miró, que ha remarcado su rechazo a la actuación de Ábalos, Mariló Montero ha dado con la clave con respecto al posible papel de Pilar Alegría en todo este asunto, después de conocer que la ministra de Educación y Deportes además de Portavoz del actual ejecutivo en el Congreso de los Diputados habría estado esa noche durmiendo en el famoso Parador.
La duda puede condenar a Alegría
Juan Soto Ivars y Mariló Montero arremetieron duramente contra Pilar Alegría y José Luis Ábalos durante su participación en 'Espejo Público', en el contexto de la polémica generada por los presuntos excesos ocurridos en un parador durante una noche que ha dado mucho que hablar. Soto Ivars ironizó sobre el episodio diciendo que “es una película divertidísima, una noche en el Parador”, sugiriendo que pudo tratarse de una fiesta de cierto descontrol, aunque “no del rock and roll de los de verdad”, dejando entrever un tono burlón hacia los implicados. Mariló Montero fue especialmente crítica con Pilar Alegría, señalando que “el problema de Pilar Alegría ahora mismo es sus dudas a la hora de responder a una pregunta periodística, decir faltar a la verdad y luego corregirlo”. Ambos tertulianos apuntaron directamente a la reputación de Ábalos, recordando antiguos episodios de su trayectoria, como cuando “tenían que llamarlo para que fuera a votar muchas mañanas” en tiempos de Zapatero. Mariló subrayó que el Partido Socialista “sabía perfectamente quién era Ábalos”, y puso el foco en la falta de transparencia y el cambio de versión reiterado cada vez que los medios sacan nuevas informaciones.
En contraste, Gonzalo Miró se mostró más escéptico con las acusaciones y trató de desmarcar a Pilar Alegría del escándalo, insistiendo en que “mezclar a Pilar Alegría con lo que haya podido hacer Ábalos dentro de esa habitación está fuera de lugar”, salvo que se demuestre que ella estuvo implicada directamente. Miró defendió que no existen pruebas concluyentes de ninguna relación entre Alegría y los supuestos hechos, y advirtió contra el uso de insinuaciones como herramienta política. Además, cuestionó el tono de sus compañeros: “Intentar relacionar que estén allí Lambán y Pilar Alegría con toda la trama Koldo-Ábalos, ¿por qué? ¿Cuál es el problema de que estuvieran durmiendo allí?”, apuntó. A pesar de sus esfuerzos por poner distancia, tanto Soto Ivars como Mariló insistieron en que el verdadero problema era la mentira y el encubrimiento, más que los actos en sí: “Cuando se evita responder con claridad y luego se corrige, se agrava la situación”, remató Mariló.