De no haber sido por la pandemia de Covid-19, la 65ª edición del Festival de Eurovisión se habría celebrado el 12, 14 y 16 de mayo de 2020 en el Rotterdam Ahoy y, de no haber sido por la policía de Luxemburgo, el certamen habría corrido el riesgo de sufrir un atentado por terrorismo.

Ese mismo año, a la misma vez que el coronavirus comenzaba a hacer sus primeros estragos en Italia por el mes de febrero, un joven de 18 años radicalizado fue arrestado en la localidad de Strassen, en el centro de Luxemburgo.

Cinco años después, durante la celebración del juicio por varios cargos relacionados con terrorismo y armas en la 12.ª Sala Penal del Tribunal de la Ciudad de Luxemburgo, se ha conocido que el adolescente había planeado ataques químicos para la edición de Eurovisión 2020.

Paso por organizaciones fascistas y neonazis

El procesado con el objetivo de atentar contra Eurovisión 2020 ahora tiene 23 años y se llama Alexander Holmberg. El joven nació en Suecia y se crió en Luxemburgo, pero durante una estancia con su madre en su país natal comenzó a mantener conversaciones en línea con personas radicalizadas, tal y como recoge el medio 'Escxtra'. Todo ello sucedió entre 2015 y 2016 y, más tarde, en 2019, fue reclutado por el estadounidense Rinaldo Nazzaro para unirse a 'La Base', organización fascista y neonazi fundada por este último.

Además, se unió a una organización afiliada llamada 'La Brigada Verde', que defendía el ecofascismo, una ideología que reconoce la realidad del cambio climático, pero con un toque fascista.

Tan solo unos días después, el joven incendió una granja de visones vacía en Suecia, junto con un amigo, Zeke Blomquist, para la Brigada Verde. Ambos fueron juzgados y declarados culpables por un tribunal sueco.

Holmberg desarrollaba varias actividades para las organizaciones, entre ellas, entrenaba a sus miembros en la fabricación de artefactos incendiarios y explosivos, a la vez que ayudaba a reclutar nuevos miembros y redactaba manifiestos.

La detención

Tras un aviso de un Servicio de inteligencia extranjero, la policía antiterrorista de Luxemburgo lo arrestó el 22 de febrero de 2020 en Strassen. Allí registró la vivienda encontrando una gran cantidad de componentes químicos. Entre ellos cloro, peróxido de acetona, nitroglicerina y 15 litros de orina.

Pero estos componentes no eran los únicos y el adolescente guardaba armas ilegales, tales como espadas, dagas, pistolas de aire comprimido y un paquete lleno de clavos.

Los investigadores también encontraron en su ordenador cientos de páginas de documentación sobre la fabricación de bombas.

Durante el juicio, que se ha llevado a cabo en las últimas semanas, un experto en explosivos ha calificado la situación como "profesional", al igual que ha apuntado que las herramientas incautadas eran suficientes para fabricar el equivalente a un kilogramo de TNT.

Ataque a Eurovisión

Por otro lado, en sus discos duros encontraron un archivo que llevaba por título "Diversión en Eurovisión 2020: Por un futuro mejor y menos tolerante" y que había compartido con un holandés considerado cómplice por la policía de Luxemburgo. Ambos planeaban varios atentados contra el evento.

En ese plan existía la posibilidad de envenenar a los visitantes con cianuro o ricina, o usar gas cloro para sembrar el pánico entre la multitud, distribuyéndolos a través de sistemas de ventilación o incluso cohetes fabricados a medida. Los dos cómplices también planeaban infiltrarse en la seguridad para bloquear las salidas del recinto.

Holmberg ha admitido la mayoría de los hechos, confesando que "los atentados terroristas eran una posibilidad real" y la fiscalía ha solicitado una condena de 12 años de prisión.