Entrevista
Javier Cámara: «En nuestro trabajo, tenemos la suerte de poder equivocarnos y repetir»
En «Yakarta», de Movistar Plus+, él y Carla Quílez interpretan a «dos perdedores que se encuentran en el peor momento de sus vidas»
Para Javier Cámara (Albelda de Iregua, La Rioja, 1967) y Carla Quílez (Barcelona, 2008), «Yakarta» ha sido una gran victoria. Todo lo contrario que para Mar y Joserra, los personajes que ambos interpretan en la serie creada por Diego San José. LA RAZÓN ha charlado con ellos sobre este exitazo.
En la serie hay una amistad entre personajes de distintas generaciones, algo poco habitual. ¿Cómo la construyeron?
Carla: Es una relación delicada, porque hay que evitar que el espectador piense que hay algo oscuro detrás. Al principio no es una relación «apetecible» y existe un prejuicio inmediato, pero poco a poco se entiende que ambos personajes se necesitan y el público empieza a empatizar con ellos.
Javier: Hay un momento en el que Joserra le dice a Mar que no quiere ser su amigo, aunque sabe que tendrán que conocerse para poder trabajar juntos. Eso implica cierta manipulación, como la que puede darse entre un alumno y un profesor o un entrenador y su deportista. Él necesita información para ayudarla, pero mantiene claros los límites: sabe que una amistad entre un adulto y una menor no sería sana. Aun así, debe acercarse lo suficiente para cumplir su función.
Aunque no lo parezca, ambos se necesitan. ¿Qué ven el uno en el otro que les resulta necesario en sus propias vidas?
Carla: Mar necesita atención: sentirse escuchada y comprendida. También busca una vía de escape, y ese «billete» para salir de un entorno donde no es feliz lo encuentra en Joserra.
Javier: Cuando Joserra ve que Mar evita hablar de su padre, siente que puede ocupar un lugar en su vida, algo que mezcla manipulación y ternura. Él mismo arrastra una situación personal oscura, marcada por la distancia con su mujer y su hija, y también busca comprensión. Al final, ambos son dos perdedores que se encuentran y se complementan en el peor momento de sus vidas.
Querrían decirse muchas cosas, pero sus barreras no se lo permiten. ¿Qué creen que les gustaría poderse decir?
Javier: En las escenas finales, Joserra finalmente dice lo que nunca se atrevería: que Mar debe irse de ese entorno porque no le hará crecer y nadie allí es honesto con ella. Él le habla con una sinceridad que ella no ha recibido ni de su familia ni de sus profesores. Aunque lo expresa de forma dura, le está diciendo que busque un lugar donde pueda encontrarse a sí misma.
Carla: Mar, aunque nunca lo dice en la serie, lo único que querría decirle a Joserra es «gracias». Él la ayuda a vivir, pero ella no se atreve a expresarlo porque siempre le han enseñado a ser autosuficiente. Nunca ha tenido una figura que realmente la apoye, y por eso, en el fondo, le debería dar las gracias.
La serie habla mucho sobre gestionar el fracaso y el éxito. ¿Son buenos ganadores y perdedores?
Javier: Creo que hay que aprender a ser buen perdedor. La vida siempre te pone delante a gente más talentosa, así que lo importante es no compararse y extraer lecciones del fracaso, aunque cueste por el ego y el orgullo. En nuestro trabajo tenemos la suerte de poder equivocarnos, repetir, volver a intentarlo. Fallar forma parte del proceso, y lo interesante es aprender rápido y sacar conclusiones.
Carla: De pequeña no me gustaba perder, como a nadie, pero con los años entiendes que la derrota enseña mucho más que la victoria. Nunca eres «el mejor» y es importante tenerlo presente. Siempre hay cosas que mejorar, aprender y disfrutar. En este oficio, además, las opiniones externas te ayudan a crecer e ir puliéndote.
Esa presión por destacar también puede extrapolarse a su ámbito. ¿La han sentido por ser mejores o conseguir un papel?
Javier: La presión forma parte de esta profesión: competimos constantemente en castings y en comparación con otros. Aun así, somos privilegiados por poder trabajar en lo que nos gusta. Lo importante es ponerse a prueba uno mismo, rodearse de gente que te haga crecer y que la crítica no sea destructiva. También pesa mucho la imagen que los demás proyectan sobre ti, que a veces no coincide con quién eres realmente. Por eso es esencial centrarse en disfrutar del trabajo, cuidarse y no dejar que la fama o la opinión ajena te paralicen.
Para terminar, la gran duda. ¿Para qué sirve inhalar Vicks VapoRub?
Carla: Ni nosotros lo sabemos. El Vicks VapoRub sirve para abrir las fosas nasales y los bronquios; yo he tenido bronquitis y al olerlo respiras mejor, así que en el campo podría darte una sensación de desahogo al respirar.
Javier: En realidad no usamos Vicks, sino una vaselina. Yo recuerdo que de niño te lo ponían en el pecho para aliviarte, pero no sé si buscaba «sobreexcitar». No tengo claro qué intención tiene Joserra, probablemente era algo que habían hecho con él y que él repite.