
Decisión histórica
RTVE despeja hoy su futuro en Eurovisión: los tres escenarios ante la edición de Viena 2026
RTVE decide hoy en el Congreso si España participará en Eurovisión 2026 en Viena. Analizamos los tres escenarios posibles y sus ventajas e inconvenientes

Esta tarde, a partir de las 16:00 horas, el presidente de RTVE, José Pablo López, comparece ante la Comisión Mixta de Control Parlamentario del Congreso y del Senado para aclarar si España participará o no en la 70.ª edición del Festival de Eurovisión, prevista para mayo de 2026 en Viena. La decisión se produce en un contexto especialmente delicado para el certamen, marcado por la creciente politización del festival y por el debate abierto en el seno de la Unión Europea de Radiodifusión (UER). La inminente Asamblea General de diciembre será clave para definir el rumbo del concurso, pero antes España debe fijar su posición. Un debate que ha trascendido ya el ámbito eurofán para instalarse en la opinión pública, entre quienes defienden una retirada como gesto político y quienes apuestan por seguir influyendo desde dentro de un certamen que cumple siete décadas de historia.
Decisión histórica la que RTVE tomará esta tarde con respecto la participación de España en Eurovisión
Sobre la mesa de RTVE se dibujan tres posibles escenarios. El primero es la retirada de Eurovisión como acto de protesta por la participación de Israel y por lo que algunas delegaciones consideran una deriva política incompatible con los valores originales del festival. Este camino tendría como principal ventaja lanzar un mensaje contundente a la UER y visibilizar el malestar de varias televisiones europeas. Además, una salida de España, con 65 años de presencia casi ininterrumpida, supondría un golpe simbólico al prestigio del certamen. Sin embargo, esta opción también conlleva importantes riesgos: dejaría a Eurovisión sin uno de sus miembros históricos y restaría fuerza a las voces internas que aún reclaman neutralidad, además de abrir la puerta a que el certamen continúe su rumbo sin contrapesos. El segundo escenario pasa por permanecer en el festival sin más, aceptando las reformas propuestas por la UER (centradas en ajustes en jurados, televoto y seguridad), una vía que aporta estabilidad inmediata, pero que para muchos resulta insuficiente porque no aborda los problemas de fondo ni la desconfianza generada en las dos últimas ediciones.

El tercer escenario, considerado por varios sectores como el más estratégico, consiste en permanecer en Eurovisión para impulsar cambios profundos desde dentro. En este contexto, RTVE ha asumido en los últimos meses un papel de liderazgo junto a televisiones de Países Bajos, Irlanda, Islandia, Eslovenia y Bélgica. Desde esta posición, España ha reclamado más transparencia, una revisión exhaustiva del sistema de votación y garantías reales de neutralidad. Entre los puntos a favor figura la oportunidad de consolidar una reforma estructural del festival sin renunciar a una cita cultural que forma parte de la identidad televisiva europea. Además, RTVE cuenta con una situación de influencia dentro de la UER, reforzada por la presencia de Ana María Bordas en el Grupo de Referencia del certamen. No obstante, este camino también entraña riesgos: tras el acuerdo del Consejo de Administración que llegó a plantear la retirada si Israel seguía participandomientras continuara el conflicto, un giro podría interpretarse como una pérdida de coherencia. A ello se suma el desafío de que las promesas de regeneración no queden solo en gestos simbólicos. La comparecencia de hoy será, por tanto, determinante para conocer si RTVE opta por el portazo, la continuidad sin matices o la apuesta por liderar una reforma desde el núcleo del festival.
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