Estreno

«Rain Dogs», el «simpa» y la picaresca a la orden del día

HBO estrena hoy su nueva comedia negra que, ubicada cerca de Ciudad Financiera de Londres, describe la exclusión social

«Rain Dogs», el «simpa» y la picaresca a la orden del día
«Rain Dogs», el «simpa» y la picaresca a la orden del díaHBO

En plena semana del Día de la Mujer, HBO estrena hoy «Rain Dogs», una comedia negra británica que más vale no traducir literalmente, sino más bien como «Buscarse la vida». Daisy May Cooper, en el papel de su carrera, interpreta a una incorregible madre para la que cada día es un desafío distinto. Sin saber donde va a dormir y con qué dinero va alimentarse, educa a su hija de 10 años en las leyes de supervivencia. Con el «simpa» y la manipulación como grandes habilidades sociales, su hija se curte a ritmo acelerado y aprende todo lo que no se debe hacer. Este personaje infantil vive pegada a sus cascos, como si la música la distanciara de la dramática realidad que vive junto a su madre. Por momentos, esta simpática caracterización recuerda al largometraje «Pequeña Miss Sunshine». Sin embargo, esta producción es incalculablemente más sórdida y cruda.

Desde el primer plano del arranque, la trama se ubica cerca de la ciudad financiera de Londres y transita desde los suburbios hasta los barrios más exclusivos. En ocasiones parece la versión oscura de la comedia romántica «Notting Hill». Así, «Rain Dogs» reflexiona sobre la hipocresía de las sociedades, en las que el glamour muchas veces esconde miseria. Precisamente, en urbes tan gigantescas y aglomeradas como Londres es donde la gente encuentra más facilidad para sentirse sola. La paradoja de los «urbanitas».

Esta comedia negra, más que hacer reír, se ríe de sí misma y de todos. En un núcleo de lo más desestructurado, con una figura paternal recién salida de prisión y una maternal que cualquier día podría entrar en ella, crece la otra gran protagonista. Iris es lo único que une a los dos coprotagonistas y que aporta una dosis de cordura en los momentos más descabellados. Aunque a sus 10 años no le quede más remedio que soportar la custodia de su madre, Iris exhibe una paciencia sobrehumana. Capaz de dormirse sobre cualquier superficie, ella resiste las inexplicables decisiones de su madre y el caos de su rutina diaria. Eso sí, a pasos agigantados se doctora en lo que algunos llaman la escuela de la vida y de la calle.

No resulta tan descabellado encontrar paralelismos entre la clásica comedia negra británica y la picaresca española. Esta niña de 10 años, como mismamente El Lazarillo, se adapta a las inclemencias de su época sin encontrar la deseada zona de confort. La serie es un retrato de aquellos adultos que no encuentran su sitio en el mundo y deambulan con la culpa y la presión social a cuestas.

En definitiva, «Rain Dogs» refleja la otra cara de las sociedades «british» que dan la espalda a los colectivos en riesgo de exclusión. Los cánones de belleza, el racismo, los mitos sobre la edad o la homofobia también aparecen como telón de fondo. Otras problemáticas crónicas como los desahucios o los prejuicios que arrastran los modelos de familia no normativos también están presentes.

A falta de escenas de acción trepidantes, este Original de HBO deja frases que redefinen el romanticismo occidental. Para el personaje protagonizado por Daisy «está justificado odiar y mentir a quienes quieres de verdad». De esta forma se cuestionan todos los cánones y tópicos sobre las relaciones sanas, dando a entender que esas lecciones morales no se adaptan a la auténtica realidad diaria.

Otra referencia a la que recuerda esta ficción es «Happy Valley». Reino Unido, desde hace años, es uno de los máximos exponentes de protagonistas femeninos en rangos de edad en los que antes resultaba hasta difícil actuar para las actrices.