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Star Trek: «Picard», Jean Luc reúne a la pandilla

►Prime Video estrena cada semana un nuevo capítulo del spin off de la serie fantástica protagonizada por el ahora almirante retirado interpretado por Patrick Stewart

El almirante Picard y el Capitán William Riker
El almirante Picard y el Capitán William RikerPrime Video

S i hay algo que tienen en común dos de las sagas fantásticas históricas del cine y la televisión, Star Trek» y «Star Wars», es la familiaridad con la que el espectador puede volver a ellas una y las veces que quiera. Aunque haga eones que no se vea un capítulo de la flota estelar, los vulcanos, los klingon y quien quiera que esté en el puente de mando de la «Enterprise», «Titán» o «Endeavour», siempre se puede uno reenganchar. Y eso sucede con «Star Trek: Picard» en su tercera temporada, que estrena Prime Video cada semana.

Parece que acabamos de dejar al almirante retirado de la flota Jean Luc Picard (Patrick Stewart) en su butaca del chateau leyendo algún libro en el despacho iluminado por una chimenea. A sus años (Stewart tiene 82), pasó por una lucha con los Borg, conoció a la hija de Data, le pusieron cuerpo nuevo y se enfrentó a las travesuras de Q. En esta ocasión Picard responde a la llamada de una antigua tripulante y posible romance, la doctora Beverly Crusher (Gates McFadden), asediada por un nuevo tipo de arma que también investiga Raffi Musiker para la sección 31 de inteligencia, que ve cómo sus esfuerzos no consiguen evitar una tragedia con cientos de muertos. Y como siempre no hay una manera fácil y legal de hacer las cosas y aparece el primer miembro de la banda: el capitán William Riker (Jonathan Frakes). Juntos y bajo la excusa de una inspección, acceden a la nave estelar de la flota estelar «USS Titán», al mando del capitán Liam Shaw (Todd Stashwick), con Siete (Jeri Ryan) de número uno.

Sorpresas de guion

En una sucesión de eventos espaciales de primer orden veremos a la serie seguir innovando sin perder ese aroma a añejo y clásico que rodean al viejo Picard. Pero todo lo que le rodea es «casi» nuevo. Salvando que vuelven LeVar Burton, Michael Dorn, Jonathan Frakes, Gates McFadden, Marina Sirtis, Brent Spiner, Jeri Ryan y Michelle Hurd, la serie consigue una cara nueva en la que se innova en la estética, pero se mantienen los fantásticos efectos de audio e incluso veremos un puente de mano renovado en el que pasará gran parte de algunos capítulos, lo que es parte de la esencia de «Star Trek» desde sus orígenes. También hay sorpresas en el guion, con dos historias aparentemente desconectadas que acabarán convergiendo en la trama principal, de la que tendrá mucho protagonismo un nuevo fichaje, el actor Ed Speleers, como el hijo de la doctora Crusher. Los combates entre naves, guiños a los fans con una vista al museo de la flota estelar (Dios mío el ave de presa Klingon) y la presencia de la vieja pandilla bien merece seguir el ritmo de la serie, que sabemos que gusta de diálogos a dos bandas entre viejos amigos. Todos en peligro por una nueva amenaza, la capitana Vadic (Amanda Plummer).

Es innegable que todo lo que sucede alrededor de Star Trek tiene futuro y que no existe eso de la última frontera y que una «nueva generación» puede surgir de vez en cuando. Esperemos que Stewart quiera volver a enfundarse una y otra vez el traje de recorrer el espacio, y nos permita contemplar cómo salva el universo una vez más.

La muerte no es el final del camino

►Debería ser de todos conocido, que tras las dos primeras temporadas de «Star Trek: Picard» Jean Luc Picard es en esencia él, pero vive dentro de un cuerpo sintético que aloja su conciencia (sí, el tema del alma se resolvió ya) por lo que ni siquiera la muerte física le puede apartar de un puente de mando de una nave estelar. Al respecto de que esta tercera entrega sea la última para el almirante retirado en la flota, el propio Patrick Stewart, de 82 años, había asegurado que la historia de su alter ego todavía tiene recorrido, pero «creo que hay algunos papeles de Shakespeare que no he interpretado».