Wrens: Mujeres contra manadas de lobos

Tras la Primera Guerra Mundial, el comandante de la Armada Imperial Alemana Karl Dönitz, de 27 años, al mando del submarino UB-68, fue hecho prisionero de guerra por las fuerzas británicas. Pasó un año en un campo de prisioneros de guerra. Allí desarrolló una estrategia naval submarina llamada Rudeltaktik, comúnmente llamada «manada de lobos», y que puso en jaque a los aliados en el Atlántico durante la inminente II Guerra Mundial. Y su némesis no fue otro comandante, piloto o el mismísimo Winston Churchill, sino un grupo de mujeres de la Royal Navy reclutadas bajo el eslogan «Únete y libera a un hombre para la flota»: Las Wrens (Women’s Royal Naval Service). Ellas son las protagonistas del nuevo estreno de Canal Historia, producido por AMC Networks International Southern Europe, «Tácticas de guerra».

Género bélico

A pesar de haber intentado controlar la proliferación armamentística de Alemania con los Tratados de Versalles, Hitler fue ganando posiciones hasta tener un importante ejército. Una de las tácticas fue la de bombardear y hundir barcos mercantes que dejaron a Gran Bretaña en una difícil situación de posible hambruna. Los encargados de aquellos ataques eran los submarinos nazis al mando del almirante Karl Dönitz. La serie documental de seis episodios «Tácticas de guerra» nos sitúa en esta tesitura en la que Winston Churchill está desesperado por la situación en el atlántico, con las «manadas de lobos» de Dönitz hundiendo convoyes de 30 barcos de una sola tacada. La serie documental no parece tal, ya que utiliza recursos que le aporta al metraje el cariz de una serie o película de género bélico, con imágenes ficcionadas, imágenes reales, y el testimonio de historiadores y supervivientes. Así conoceremos la figura de las Wrens: cuerpo creado en la Primera Guerra Mundial y que fue recuperado para la Segunda, ante la falta de oficiales. En el primer capítulo conoceremos a cada uno de los protagonistas. Primero al imparable, incansable y ávido de poder Karl Dönitz; sus cuatro ases para hacerse con la mayor cantidad de hundimientos por tonelaje; a Vera Laughton Mathews, máxima responsable de las Wrens, dedicada a entrenar a chicas jóvenes y brillantes para la carrera naval, como es el caso de Jean Laidlaw y la vuelta a la acción del comandante de la Royal Navy británica enfermo de tuberculosis, Gilbert Roberts. A este último se le encarga la difícil tarea de descifrar la estrategia submarina alemana, para evitar la pérdida de miles de vidas en el mar.

En los capítulos sucesivos, veremos los ataques sin cuartel de la «manada de lobos» de «Dönitz tras la caída de Francia en 1940. Mientras tanto, Laughton Mathews y a Laidlaw, seguir en su empeño de conseguir reclutar más mujeres para la causa, que cada día que pasa es más importante para el desarrollo de la guerra. El primer intento de detener a los submarinos rusos surge de la casualidad con una táctica, «Buttercup», ideada por el famoso cazador de U-Boote, Frederic John Walker. Sin embargo, el almirantazgo cree que dependen demasiado de la suerte, así que recurren a Roberts. Ahí es donde la Historia pega un cambio: Roberts llega a la Unidad Táctica de Aproximaciones Occidentales (WATU) en Liverpool, recibe una acogida muy fría por parte del almirante Noble, que está convencido de que los aliados ya saben la manera de derrotar a los U-Boote y no concibe otra manera. Ante la búsqueda infructuosa de nuevos reclutas, recurre a las Wrens de Vera Laughton Mathews. Junto a Jean Laidlaw y un pequeño equipo, Roberts comienza a investigar los defectos de la táctica Buttercup de Walker y emprende una carrera contrarreloj para encontrar un nuevo sistema que derrote a los U-Boote. Así surge una nueva táctica, bautizada con el nombre en clave de «Raspberry». En 1943, la batalla alcanza un punto crítico para los aliados cuando dos convoyes que viajan en tándem son atacados por manadas de lobos monstruosas. La batalla del Atlántico se acerca a un momento crítico, pero el trabajo de las Wrens aún no ha terminado...