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El oftalmólogo que intervino a Javier Cortés: «Estuvo a 3 centímetros de morir»

Tras dos operaciones han reconstruido la estructura del globo ocular del diestro, aunque todavía no ha podido recuperar visión en el ojo dañado el pasado mes de septiembre en Las Ventas

Javier Cortés durante la conferencia de prensa en el Hospital La Milagrosa
Javier Cortés durante la conferencia de prensa en el Hospital La MilagrosalarazonConnie G. Santos

Casi dos meses después del terrible percance que Javier Cortés sufría en el ojo en Las Ventas, el diestro madrileño, muy emocionado, comparecía ante los medios en el Hospital La Milagrosa, acompañado por los doctores que le han operado. Gracias a dos intervenciones, una el mismo día en el que recibía el pitonazo y otra hace escasos días, la estructura ocular podía ser reconstruida. Sin embargo, la visibilidad sigue comprometida, como afirmó el doctor Antolín: «Es un ojo muy delicado, ya que arrastraba de antes una merma que ha complicado la situación (un desprendimiento de retina). Además el traumatismo era más grave de lo que ha trascendido. Javier estuvo a tres centímetros de perder la vida. Muy cerca de donde recibió la cornada se hallan órganos vitales que de ser tocados por el pitón habría desencadenado un final fatídico». El cirujano oftalmológico también reconoció que «la situación actual es que no ve por el ojo afectado, pese a que se haya reconstruido la estructura. El torero ha decidido centrarse en la próxima temporada, y una vez finalizada, le volveremos a intervenir para intentar recuperar la máxima visibilidad posible».

Javier Cortés hizo un esfuerzo sobrehumano por contener las lágrimas, su voz se entrecortaba mientras recordaba lo ocurrido: «Esa tarde la cruz era la opción más probable, pero aún así quise tirar la moneda». «En la enfermería pensé en lo peor», continuó, «pensé que podía morir, pero no la persona, sino el torero, que para mí es la mayor preocupación. En las horas posteriores me preparé para afrontar que comenzaba una nueva etapa. Pero un simple apretón de manos me recuperó la confianza, me hizo sentir que la moneda se volvía hacia la cara». El diestro no ha querido revelar la identidad del protagonista de ese apretón. El torero cerró su intervención con una cita: «Me han crecido alas en las cicatrices», de Maika Makovski. «Aunque todavía no he vuelto a coger ni un capote, me siento más vivo como torero que nunca».